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Se acabó la pesadilla para Isabel Rábago, el tormento que supone para cualquier persona estar bajo amenazas de muerte y no sentirse protegida. Hace unos días, el juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 6 de Majadahonda en Madrid condenaba al hombre que la estuvo acosando hace un año con graves insultos y serias advertencias de hacerle daño, a través de todo tipo de mensajes vejatorios. "Me dio mucha alegría", confiesa la periodista al hablar de la sentencia que ella misma ha querido difundir y ha puesto fin a su calvario. "Solo quería que el juez me escuchara", apostillaba hoy la colaboradora de Viva la vida. "Aunque tienes miedo, hay que denunciar siempre porque no sabes quién hay detrás. Lo que es delito en la calle lo es en las redes", subraya la comunicadora, quien ha querido también dar las gracias a sus abogados -con quienes la veíamos en imágenes acudir al juicio- y a la Guardia Civil por el trato y la ayuda recibida.
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En cuanto al denunciado, cuenta Isabel Rábago que "está en prisión desde hace varios meses pero por otros delitos" anteriores. Por este motivo, declaró ante el juez desde la cárcel y la periodista tuvo que oir sus palabras: "No fue agradable escucharle", reconoce ésta. De hecho, "hubo una frase que me revolvió y es cuando dijo que cómo me iba a hacer algo si no sabía dónde vivía yo.. Entonces, si supiera donde vivo...", se pregunta la comunicadora. En este sentido, el acosador reconoció ante el juez los cargos que se le imputaban, algo que ya hizo "desde que fue detenido" por los agentes. "Yo gané" esta batalla, expresa con satisfacción la periodista, animando a los que sufren algo parecido que "no permitáis jamás que nadie os amenace. La justicia funciona, cuesta trabajo y te tienes que asesorar", pero al final todo llega, transmite.
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Sobre la condena, "que se ajusta a derecho porque (afortunadamente) no hubo contacto físico" entre ellos, el hombre es considerado como "autor penalmente de un delito leve de amenazas". De esta forma, se le impone "una multa de dos meses con una cuota diaria de 5 euros y la responsabilidad subsidiaria en caso de impago", así como "indemnizar a su víctima con la cantidad de 300 euros en concepto del resarcimiento del perjuicio causado". Por desgracia, Isabel Rábago es una de tantos rostros conocidos que han padecido en sus carnes el acoso debido a su popularidad, sea de gente anónima o reconocidos por ellos mismos. Es el caso de la también periodista y presentadora Carme Chaparro, quien el pasado abril recordaba el infierno que vivió hace ya tiempo por culpa de un individuo que trató de atemorizarla mediante cartas intimidatorias.
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