Estefanía Luyk, orgullosa de su hija, Aroa, que sigue sus pasos, a sus trece años

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“Es muy buena niña”

—Estefanía, ¿te ha sorprendido tu hija en este posado?

—Para nada. Le encanta y se siente muy cómoda delante de las cámaras.

—Está altísima y parecéis hermanas. ¿Qué piensas y qué sientes al mirarla y ver cómo ha crecido?

—Me da pena, pero es ley de vida. Además, creo que este periodo de adolescencia también tiene su punto.

Aroa es nieta de Paquita Torres, quien fuera ‘Miss España’, en 1966, y ‘Miss Europa’, un año después, y del mítico exjugador de baloncesto del Real Madrid Clifford Luyk

—¿Cómo definirías a Aroa? ¿Cómo es?

—Es muy buena niña, muy responsable y soñadora.

—¿Ha tenido ya una etapa rebelde o ese momento no ha llegado?

—Gracias a Dios, no. Esperemos que no llegue y que, si llega algún día, sea light.

—La amistad madre hija, ¿existe? ¿Cómo es vuestra relación?

—La verdad es que nuestra relación es muy buena. Apenas discutimos, nos encanta compartir tiempo y me gusta escuchar todo lo que le pasa para darle mi punto de vista desde la madurez y la experiencia y ayudarla, así, a tomar sus propias decisiones.

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—¿Esa es tu mejor cualidad como madre?

—Pues no lo sé. Mis hijos dicen que me gusta escucharlos y que le suelo quitar hierro a sus problemas.

—¿Eres, entonces, una madre muy pesada? En el sentido de estar muy pendiente de ellos.

—Yo creo que soy pesada por lo besucona que soy, jajaja... Hablando en serio, a Aroa no le tengo que decir prácticamente nada.

—¿Y a tu hijo, Ilan?

—Con Ilan me ocurre lo contrario, tengo que estar más encima porque vive en su mundo. Como no estés detrás de él, se duerme en los laureles.

“Cuando estamos juntas, se ve a la legua que somos madre e hija, pero también me recuerda mucho a su abuela en su forma de ser”, asegura Estefanía

—¿Qué tratas de inculcarle a Aroa?

—Creo que los valores son muy importantes y que salen de la casa de cada uno. En su caso, intento transmitirle que sea humilde, sincera, buena gente, justa, que respete siempre a los mayores, que haga deporte y que se esfuerce por conseguir lo que quiere. Casi nada, ¿no?

—¿Qué has aprendido tú de ella?

—Lo que admiro de Aroa es la determinación que tiene a la hora de tomar sus decisiones. Si algo no le gusta, no lo hace, por mucho que se lo digan los demás.

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Motivos de discusión

—¿Cuáles son vuestros principales motivos de discusión?

—Sobre todo, cuando me coge mi ropa y no me la vuelve a dejar como esta­ba.

—¿Le ves parecido a ti?

—Sí, tenemos el mismo aire. Cuando estamos juntas, se ve a la legua que somos madre e hija, pero también me recuerda mucho a su abuela en su forma de ser.

—¿Qué es lo que más os gusta hacer juntas?

—Ver series de televisión e ir de compras.

“Aroa tiene cualidades para trabajar como modelo, pero priorizando los estudios. Tiene que ser consciente de que debe tener un plan B porque la carrera en este mundo es corta”

—Lo que está claro es que le has inculcado a tu hija el amor por la moda.

—Siempre me pide revistas de moda y le encanta todo este mundo, así que yo creo que ya lo llevaba dentro.

—¿Compartís armario?

—Sí. Pero he de decir que comparto más cosas yo con ella que ella conmigo.

—¿Notas, entonces, que, en cierto modo, te imita?

—Qué va. Aroa tiene mucha personalidad y es muy auténtica.

—¿Le has inculcado algún truco de belleza?

—Siempre digo que ser feliz es el mejor truco.

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—Por ti, Estefanía, parece que no pasan los años. ¿Te preocupa el paso del tiempo?

—No me preocupa porque eso quiere decir que lo he vivido. No obstante, me cuido, hago mucho deporte, me alimento sanamente y me someto periódicamente a tratamientos para la piel.

—Llevábamos tiempo sin saber de ti, ¿en qué momento te encuentras?

—Estoy trabajando en la organización de eventos, sobre todo, de moda. Es otra faceta de este mundo que siempre me ha encantado. Sin embargo, ahora, con la Covid, está todo muy parado, así que le dedico más tiempo a mis hijos y a mis aficiones.

—Tú debutaste, con quince años, en la Pasarela Cibeles. ¿Le cuentas cosas de tu pasado a Aroa?

—Sí, le cuento algunas anécdotas, sobre todo, de cuando tenía su edad y ya trabajaba en el mundo de la moda.

“Nuestra relación es muy buena. Apenas discutimos, nos gusta compartir nuestro tiempo y me gusta escuchar todo lo que le pasa para darle mi punto de vista desde la madurez y experiencia”

—¿Qué te gustaría que hiciera ella en el futuro?

—De momento, quiere irse a estudiar a Estados Unidos, algo con lo que estamos de acuerdo su padre y yo. A ella le apasiona la vida americana desde que pasamos un curso escolar en Florida.

—Si quisiera ser modelo, ¿la apoyarías?

—Por supuesto. Si vales, creo que es un mundo en el que tienes experiencias maravillosas. Eso sí, si quiere hacer una carrera, tendrá que tomárselo en serio y trabajar.

—¿Le ves maneras?

—Yo creo que Aroa tiene cualidades para trabajar como modelo, pero priorizando los estudios. Tiene que ser consciente de que debe tener un plan B porque la carrera en este mundo es corta. De momento, la ha fichado la agencia Clear Management para llevarla.

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Habla Aroa

—¿Te gustaría seguir los pasos de tu madre, Aroa?

—Si la oportunidad se da, claro que me gustaría. Es un mundo que me atrae mucho, aunque hay otras cosas a las que también me gustaría dedicarme.

Aroa: “Lo que más admiro de mi madre es que, cuando quiere, puede ser muy divertida y puedo hablar y reírme con ella como si fuera una amiga”

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—¿Qué es lo que más admiras de ella?

—Me gusta que, cuando quiere, puede ser muy divertida y que puedo hablar y reírme con ella como si fuera una amiga.

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