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El enfrentamiento entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera continúa dividiendo a la familia de la cantante. Después de que la hija de la artista sevillana ya se haya posicionado a su lado, criticando la actitud de su hermano, ahora es Anabel Pantoja quien ha reaccionado a las declaraciones que hizo su primo el pasado viernes en Cantora: la herencia envenenada. Un programa que, según ha confesado, ni tan siquiera pudo terminar de ver, porque le generó muchísima ansiedad escuchar a Kiko en una entrevista que ha calificado como demoledora: "Me pareció un poco fuerte todo y sufrí bastante". Ha sido en Sálvame donde la colaboradora ha dicho que toda la situación generada le ha hecho hasta replantearse su participación en el programa.
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A Anabel Pantoja el conflicto entre su primo y su tía le está provocando mucho dolor y ansiedad y, aunque reconoce que su posición no es la más adecuada para opinar, sí tiene una cosa muy clara: "Mi primo ha sido para mí como un hermano y siempre le tengo que agradecer a mi tía muchas cosas que ha hecho por mí. Lo que ha pasado jamás me lo hubiera podido imaginar." Además, reconoce que "se siente entre la espada y la pared". Por otra parte, la sobrina de Isabel Pantoja ha asegurado que no ha hablado con la intérprete de "Marinero de luces" después de la emisión de Cantora: la herencia envenenada, pero sí con su primo Kiko Rivera a quien ha calificado como "una persona honesta".
A pesar de que se ha mostrado de lo más comprensiva con su primo, Anabel no suscribe algunos comentarios de Kiko hacia su madre, por ejemplo, que Isabel Pantoja quisiera dejar en la ruina a su hijo. "Ha roto con su madre pero también sus tres nietos, que no tienen culpa de nada", aseguró, argumentando que los hijos del DJ podrían ser privados del cariño de su abuela.
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Explica su versión de lo ocurrido en Cantora
La sobrina de Isabel Pantoja ha querido aclarar en el programa ciertos rumores que se están extendiendo en relación a lo ocurrido el 2 de agosto en Cantora, tarde en la que Kiko Rivera supuestamente habría descubierto las pertenencias de su padre en la habitación. "Cuando hay un episodio donde vuela un móvil ahí estamos tres personas y no existe una discusión como estáis pintando. No se oyen gritos. Sé que Kiko vive un momento muy chungo. Yo estaba bañando a los niños con Irene y cuando bajamos veo que está mal, de mal humor. Después Irene y yo estamos con él y no hay otra persona como se dice", explicaba. "Por la noche, cuando subo a su habitación me cuenta más o menos lo que ha pasado, pero ahí no existe ninguna discusión".
En resumen, Anabel expresaba el apoyo a su primo en la mayoría de las cuestiones, insistiendo en que lo que de verdad quiere es que se libre de su deuda y que esté sano, sin recaídas. Pero también le lanzaba un demoledor consejo: "Que piense en su madre que es la que le dio la vida".
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