Si ya se había retrasado lo suficiente la precuela de Juego de Tronos, la COVID-19 no ha colaborado, pero desde la producción de la serie, que se centrará en la familia Targaryen, han escogido ya al actor protagonista que dará vida a Viserys Targaryen. Será Paddy Considine, al que hemos visto previamente en ficciones como Peaky Blinders, quien encabece el reparto de La casa del dragón, la nueva ficción del universo de Invernalia. Este es el segundo proyecto que se prepara como parte de la mitología de George R. R. Martin, ya que el pasado año se rodó un piloto con Naomi Watts al frente que estaría centrado en la Edad de los Héroes -con la intención de mostrar la primera batalla entre un Caminante Blanco y un hombre- y tras ello se canceló.
Ahora, HBO vuelve a la carga con esta serie, que ya tiene nombre y que se remontará a trescientos años antes de los eventos que vimos en Juego de Tronos, dando lugar a muchas de las historias y leyendas que después pueblan Invernalia en los tiempos de Jon Snow (Kit Harington) o Daenerys (Emilia Clarke). Si te has leído Fuego y sangre, novela publicada en 2018, puede que ya conozcas la historia que se relatará en esta nueva ficción pero por si te flaquea la memoria, el rey Viserys Targaryen es escogido por los lords de Invernalia para convertirse en el nuevo Rey tras el mandato de Jaehaerys Targaryen. Él es bueno, decente, cálido, y espera poder llevar a cabo los deseos de su abuelo, pero sus cualidades no son necesariamente las que más apropiadas.
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¿Quién es Paddy Considine?
Puede que le hayas visto en Peaky Blinders, pero también aparece en la miniserie de Stephen King The Outsider, donde interpreta al portero Claude Bolton, o películas como Hot Fuzz, El fin del mundo, El ultimatum de Bourne o La muerte de Stalin. Tiene dos BAFTAs y sufre síndrome de Asperger, algo que no descubrió hasta 2011, cuando ya era un adulto. Cuando le dijeron que sufría la enfermedad, relacionada con el autismo, llevaba tiempo sintiéndose hipersensible, convencido de su mujer y sus tres hijos estaban en peligro, se despertaba por la mañana y se volvía a meter en la cama o se escondía en cuanto llamaban a la puerta.
Además, Considine, nacido en 1973 en Inglaterra, fue diagnosticado también hace algunos años de síndrome de Irlen, una dificultad a la hora de procesar la luz que también está muy relacionada con el autismo. Para eso lleva gafas de sol o lentillas especiales que recalibra cada diez meses, tal y como contó hace unos años en una entrevista con el periódico británico The Guardian. Previamente tenía incluso problemas para mantener el contacto visual, pero ahora ha conseguido encontrar un equilibrio que le permite seguir avanzando en su carrera.
