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Las semanas van pasando en la isla de Supervivientes. El hambre aprieta, los conflictos surgen y el calor hace mella en unos concursantes que extrañan su casa tanto como degustar un plato caliente. Una de estas aspirantes es Elena Rodríguez, que se presentó como una incógnita tras ser defensora de plató de su hija Adara Molinero en Gran Hermano VIP. Esta mujer dio el salto a la televisión fichando por el reality de supervivencia, en una experiencia que la está catapultando a la fama. Sus primeros compases fueron tranquilos, apenas discutía con Hugo Sierra, padre de su nieto. Pero el cambio de Elena es evidente, sin miedo al conflicto y mucho más suelta en sus acciones. Para parte del público ya es favorita a ganar, incluso exconcursantes como Bea Retamal apuestan por ella para alzarse con la victoria.
Aunque pasó unas semanas de bajón debido a que no era capaz de ganar pruebas semanales, la suerte y su habilidad la convirtieron en inmune de la semana, siendo la líder de los mortales. Una victoria que sacó a relucir una parte mucho más picante de Elena Rodríguez: "Mucho musculito y poco cerebrito". Una clara referencia a Ferre, con el que ha chocado en los últimos días. Incluso hizo llorar a su compañero, cuando este tardó más de la cuenta en acudir a una lancha que había cedido la organización, ya que se cumplió el tiempo que habían establecido. "¡Es que no hacéis ni puñetero caso!", gritó la mujer, muy enfadada con él. Curiosamente, este cambio de actitud de la aspirante ha llegado tras la expulsión del grupo principal de Hugo Sierra.
Por su lado, Adara no está siendo un apoyo fundamental para su madre. Cuando Elena ha lamentado la mala relación de sus dos hijos, la ganadora de GH VIP criticó que hablase de esos temas. "Tengo la esperanza de que el día que yo llegue a plató me los encuentre de la mano", decía la concursante, rota de dolor por la situación de los dos hermanos. Aunque la joven siempre ha pedido salvar a su madre, hay espacio para indirectas: "Me gustaría decirle que estoy feliz, que no me equivoqué con Gianmarco, que me ha demostrado todo lo que me dijo".
En los Cayos Cochinos, Elena ha encontrado en Albert Barranco su gran apoyo. Juntos han demostrado tener una pura amistad. "Nunca hablo de sentimientos, de problemas, de mis cosas… Contigo es con la única que he hablado de mi vida. Quizás no he valorado a mi familia lo suficiente. No les he demostrado lo que les quiero, no he estado a la altura", le confesaba su amigo a Elena, en un momento de bajón sentimental.
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