La historia de Justin Bieber y Selena Gomez sigue llenando titulares.Pese a que rompieron definitivamente su relación en la primavera de 2018 y el cantante acabe de casarse por segunda vez con Hailey Baldwin, hay fans que aún continúan resistiendose al destino. Y es que mucho tiempo después aún siguen saliendo a la luz detalles de sus días juntos, como pasó este verano, que a través de un hilo de Twitter de una cuenta dedicada a la artista cuando se especularon con algunas de las traiciones e infidelidades que sufrió Selena por parte del intérprete de Baby.
Pero, para bien o para mal, definitivamente, Justin Bieber es para Selena algo que ha quedado en el pasado. Así lo asegura una fuente cercana a US Weekly: "Selena sabe que está mejor sin Justin y que es la decisión más saludable para ella (…) disfruta la vida lo mejor que puede y vuelve a ser la Selena que ella y todos sus seres cercanos conocían antes de salir con él". También confesó que está abierta a encontrar el amor de nuevo, aunque por el momento está plenamente dedicada a ella misma.
A finales del pasado año, la que fuera chica Disney tuvo que ser ingresada en un centro a causa de una grave crisis emocional, hecho que se relacionó con la primera boda de su expareja. Según recogía TMZ, fue hospitalizada dos veces en apenas una semana con motivo de una drástica bajada de glóbulos blancos, algo que acabaría desembocando en un episodio de alarma psiquiátrica. Desde entonces mantiene un perfil muy discreto.
Según la misma fuente, aunque sigue luchando contra el estrés y la ansiedad, se encuentra de buen ánimo y permanece ajena a la mediática boda. "Ha estado saliendo con viejos amigos y familiares y manteniéndose fuera del centro de atención, y lejos de lugares públicos donde podría sentirse bombardeada o abrumada (…) Selena tiene un sistema de soporte increíble y no podría estar más agradecida. Todas estas cosas han ayudado a reducir drásticamente su ansiedad y han sido grandes compañeros en su proceso de curación", explicaba.
Centrada en recuperarse plenamente y cuidar de ella misma, también está focalizada en dar voz a los dramas en torno a la inmigración que se viven en Estados Unidos. No en vano, esta misma semana la revista Time publicaba un artículo de opinión firmado por ella donde hablaba de la experiencia vivida por su propia familia: "En la década de 1970, mi tía cruzó la frontera de México a Estados Unidos escondida en la parte trasera de un camión. Mis abuelos la siguieron y mi padre nació en Texas poco después (…) En 1992, nací como ciudadana estadounidense gracias a su valentía y sacrificio". Comprometida con este asunto, también es productora ejecutiva de la serie de Netflix Living Udocumented, donde se recogen ocho historias de diferentes familias inmigrantes susceptibles de deportación.
