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Michelle Obama se abrió en canal en una entrevista concedida al programa Good Morning America, de la cadena ABC. La exprimera dama de Estados Unidos habló sobre la maternidad y y confesó con valentía un duro momento de su pasado en el que se sintió “perdida y sola”. Hace 20 años sufrió un aborto involuntario, y después, tuvo que recurrir a la fecundación in vitro para quedarse embarazada de sus hijas Malia y Sasha. Una historia con final feliz con la que la esposa de Barack Obama quiere visibilizar las dificultades que en ocasiones acarrean los embarazos para que las mujeres no se sientan culpables, como le ocurrió a ella, ante un aborto involuntario.
“Entonces no era consciente de que era algo que sucedía con relativa normalidad”, explicó la abogada a la periodista Robin Roberts. La falta de información sobre el tema llevó a Michelle a adoptar una postura muy difícil e injusta para ella. “Pensé que había fallado porque no sabía lo comunes que son los abortos involuntarios. No hablamos lo suficiente de ellos”, reivindicó en su entrevista más personal.
Fue entonces cuando la exprimera dama se dio de bruces con el llamado reloj biológico. Tenía entre 34 y 35 años y debido a la “producción de óvulos limitada” se sometió a un procedimiento de fecundación in vitro que acabó felizmente con el nacimiento de sus dos hijas, Malia, de 20 años y Sasha de 17.
Su relación con Barack Obama también se vio resentida durante el difícil camino hacia la maternidad, hasta el punto de que tuvieron que recurrir a la terapia de pareja. Durante esa época, su marido estaba volcado en su carrera política y ella se quedaba en casa sola administrándose por vía intravenosa el tratamiento de fertilidad. El matrimonio superó el bache, pero Michelle sabe que su mensaje puede llegar a muchas parejas que lo está pasando mal. “Conozco a demasiadas parejas jóvenes que luchan y de alguna manera piensan que hay algo más con ellos y quiero que piensen que Michelle y Barack Obama, que tienen un matrimonio fenomenal y se aman, trabajamos en nuestro matrimonio y también recibimos ayuda cuando lo necesitamos”, explicó a Roberts.
Michelle Obama, aunque siempre se mantuvo en un discreto segundo plano, tampoco dejó de levantar la voz cuando lo consideraba oportuno y es conocida por su compromiso con la igualdad racial y de género. Ahora destapa su lado más personal para compartir las experiencias que tantas otras mujeres atraviesan en silencio ya que, asegura, la información es fundamental para conocernos a nosotras mismas. “Creo que es lo peor que hacemos las unas a las otras como mujeres: no compartir la verdad acerca de nuestros cuerpos y cómo funcionan.”, señaló.
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