Narcís Rebollo, su hija Tana... Eugenia Martínez de Irujo habla de sus 'talismanes'

La Duquesa de Montoro está viviendo una etapa muy especial y se ha sincerado hablando del amor y la familia

Por hola.com

No hay duda: está en su mejor momento. Eugenia Martínez de Irujo no puede borrar la sonrisa de su rostro y es que tiene muchos motivos para estar feliz. La Duquesa de Montoro, que el próximo mes de noviembre celebrará su 50º cumpleaños, presentó recientemente su nueva colección de joyas 'Mi talismán', en colaboración con la firma Tous, y es precisamente de eso, de sus talismanes, de los que ha hablado en una entrevista que ha concedido a la revista ELLE. Eugenia asegura que: "Por primera vez estoy feliz, completa en todos los aspectos" y el principal culpable es su pareja, Narcís Rebollo. "Nos divertimos mucho juntos y es muy inteligente. Me da una seguridad y una tranquilidad aplastantes. Sabe relativizar las cosas, no ve nunca un problema", dice sobre el ejecutivo musical y presidente de Universal Music, que tiene un trato "maravilloso" con su hija, Cayetana Rivera: "Ella también lo adora. Estoy que no me lo creo". 

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Durante la entrevista, Eugenia confiesa que está viviendo un momento de plenitud: "Cuando no buscas algo en particular es cuando te lo encuentras. Doy fe de ello". Y afirma que Narcís es, sin duda, su amuleto. "Bueno, si soy sincera y pienso en algo que me dé fuerza y paz, he de contestar que eso me pasa con Narcís, mi chico. Desde que apareció es como que todo me sonríe. Así que lo único que digo es: 'Por favor, que esto no cambie, que me quede como estoy'". 

Otra de las personas más importantes de su vida es su hija, por la que siente verdadera devoción: "¡Cayetana es lo mejor de mi vida! Mi ratón es lo que más quiero, me río un montón con ella. Es alguien muy sociable, cuenta las cosas con mucha gracia". Además, parece que está a punto de iniciar una nueva etapa, tal y como ha contado su madre: "Va a empezar a estudiar Relaciones Internacionales. Aunque ahora está aquí, me gustaría que saliese fuera de España un par de años. Ya sabe lo que es, porque la mando desde bien pequeñita a Londres. Vivir en otros países te aporta un montón (...) También te permite ser más anónima, algo que para ella resulta muy importante". 

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Eugenia no puede evitar acordarse de su madre, la Duquesa de Alba, que dejó un vacío muy grande cuando falleció, el 20 de noviembre de 2014, y sumió a su hija en una gran tristeza. "Tuve una racha malísima después de que mi madre se marchase (...) Pasado aquello me fui al campo porque, curiosamente, me encontraba fenomenal; sin embargo, una semana más tarde caí en picado. Me quedé en 37 kilos. No podía comer. Fueron ocho meses terroríficos. Pero las malas rachas se van. Siempre", cuenta la Duquesa de Montoro, que se muestra muy sincera al compartir sus sentimientos más íntimos: "A veces pienso que todo lo bueno que ha llegado a mi vida me lo ha mandado ella".