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Jimmy Kimmel es un bromista nato. Su exitoso 'talkshow' en la ABC, del que es tanto productor como presentador, ha sido testigo a lo largo de los años de canallas 'encerronas' a un buen número de estrellas. Todo el que pasa por su plató es una víctima en potencia de sus ácidas habilidades cómicas y sufrir un bochornoso momento televisivo. Sin embargo, todo apunta a que el 'karma' ha estado tomando nota de todos sus comportamientos y ha llegado la hora de que reciba de su propia medicina. Jimmy acaba de vivir un sobresaltado episodio tras el que se encontraba, ni más ni menos, que Miley Cyrus.
La artista compartía en sus ‘stories’ de Instagram la pesada broma que le gastaba al presentador. Un vídeo en el que se ve cómo llega a la vivienda donde reside, es recibida por Molly, su mujer, sube las escaleras sigilosamente y se dirige a sus fans a susurros: "Voy a entrar como una bola de demolición sólo para ti, Jimmy". Dicho y hecho. La intérprete de Malibu entraba en la habitación y le despertaba con un mazo en la mano y ataviada con un chaleco reflectante, acompañada de alguien disfrazado de bola de demolición y un 'operario de obra' con chaleco amarillo y lleno de luces de colores.
Una vez pasado el 'momentazo', Jimmy Kimmel bajaba las escaleras aún adormilado para encontrarse con Miley y su mujer, cómplice de la broma. "Te dejas la férula puesta, eh", continuaba la cantante, sin dar un segundo de tregua al popular productor.
Pese a que la de Miley es la broma más pesada recibida por el cómico neoyorkino, no ha sido la única de la que ha sido víctima. Él mismo recordaba anteriores episodios antes de dar paso al vídeo de la última en su programa Jimmy Kimmel Live!. Rihanna también le despertaba en mitad de la noche, esta vez a ritmo de Bitch Better Have My Money, en la primavera de 2015. Más tarde, en verano del 2016, era otra estrella del pop, Britney Spears, la que irrumpía en su dormitorio particular con su equipo de baile, para dedicarle un sorprendente show privado.
El listón ha quedado muy alto tras esta última y todo apunta a que las bromas van subiendo de intensidad con el tiempo. ¿Quién cogerá el testigo de la exchica Disney? De momento, Jimmy Kimmel solo puede preguntarse cuantas veces más van a despertarle en medio de la noche, como él mismo lamentaba cuando tenía a Miley encima de su edredón dando mazazos al colchón.
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