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Con el semblante serio y un vestido blanco muy acorde con la estética del lugar al que acudía. Así llegaba la primera dama estadounidense, Melania Trump al Broward Health North Hospital de Florida. Lo hacía acompañando a su marido, el presidente Donald Trump, y con la clara intención de visitar a los heridos por el tiroteo que se produjo el pasado miércoles en la escuela de secundaria Marjory Stoneman Douglas y que costó la vida a 17 personas e hirió a otras tantas.
Una visita reconfortante
La Casa Blanca no había anunciado la visita, pero sí informó posteriormente de la misma a través de sus redes sociales. "Toda nuestra nación, con un gran corazón, continúa rezando por las víctimas y sus familias en Parkland, Florida. A los maestros, las fuerzas del orden, los primeros en auxiliar y los profesionales médicos que respondieron valientemente ante la situación de peligro: Gracias por el coraje. Nuestra administración está trabajando estrechamente con las autoridades locales para investigar el tiroteo y aprender todo lo que podamos. Estamos comprometidos a trabajar con los líderes estatales y locales para ayudar a proteger nuestras escuelas y abordar la difícil cuestión de la salud mental. Dios los bendiga a todos y muchas gracias", escribía el mandatario estadounidense en sus redes sociales, acompañando el mensaje de un álbum de diez fotografías en las que mostraba varios instantes de la inesperada visita de la pareja a los supervivientes por el ataque perpetrado por Nikolas Cruz, un joven que padecía problemas de salud mental.
Donald y Melania Trump aterrizaban en el aeropuerto internacional de Palm Beach y rápidamente se trasladaban al hospital. Tras ser recibidos por parte del equipo médico del centro hospitalario, al que felicitaron por el "increíble trabajo" realizado, se desplazaron a varias de las habitaciones para conocer a algunos de los supervivientes del ataque. Posteriormente, el matrimonio mantuvo un encuentro con las autoridades locales y con efectivos de emergencias que acudieron al lugar del suceso. Fue entonces cuando el presidente de Estados Unidos se permitió una broma sobre los agentes que respondieron al tiroteo al sugerir que se merecían un aumento de sueldo.
La familia Trump se encontraba en Florida para disfrutar de unos días en Mar-a-Lago, la lujosa casa que posee el mandatario en la zona. Fue en este lugar donde Melania y su marido contrajeron matrimonio en el año 2005.
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