A pesar de llevar varios meses ‘desaparecida’ -inmersa en la preparación del que será su sexto trabajo discográfico-, Taylor Swift ha regresado de nuevo a la actualidad, aunque por causas que nada tienen que ver con su labor profesional. La cantante deberá comparecer ante el juez la próxima semana por la demanda que interpuso en 2016 contra el locutor y DJ, David Mueller, por una supuesta agresión sexual que tuvo lugar en 2013, a lo que él, ofendido, contestó con otra demanda.
Al parecer, la artista le acusa de haberle tocado el trasero sin su consentimiento después de un concierto en Colorado, hecho por el cual confesó sentirse “en shock”. "Fue completamente intencional, nunca he estado tan segura de algo en mi vida", testificó la estrella en una declaración recogida por el medio Hollywood Reporter. Por su parte, Mueller contratacó con otra denuncia en la que afirmaba haber sido despedido de su trabajo después de la acusación de Swift.
Sea como fuere, la verdad saldrá a la luz en un juicio que comenzará el próximo lunes en Colorado y que se prolongará a lo largo de varios días. Un jurado popular será el que determine quién tiene la razón en este caso, después de escuchar la versión de ambas partes.
La cantante, de 28 años, parece estar bastante afectada ante la inminencia del juicio y no se ha dejado ver en público en los último meses. Hace apenas un día era sorprendida a la salida de su apartamento en Nueva York, aunque intentó ocultar su rostro en todo momento ocultándose bajo una nube de paraguas.
Por su parte, el portal de noticias online TMZ ha desvelado algunos detalles acerca de cómo se desarrollarán las sesiones que, al parecer, contarán con 32 asientos para el público general, accediendo a la sala por orden de llegada. Como si de un concierto se tratara, los fans de Taylor tendrán la oportunidad de ver en primera fila los lances del juicio, no sin antes esperar cola para acceder al recinto. Los interesados podrán llegar al lugar a las seis de la mañana y los pases acreditativos serán repartidos una hora más tarde. Asimismo, en una sala con monitores de televisión, otras 75 personas podrán seguir en directo lo que sucede de puertas adentro.
Todo lo que rodea a la cantante de Nashville genera una gran expectación, hasta el punto de que un pleito de la artista se convierta en un auténtico espectáculo mediático.
