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Parece que poco a poco las cosas van mejor. Después de los momentos tan difíciles que vivieron al saber que a su hijo mayor, Noah, le habían diagnosticado cáncer, Michael Bublé y Luisiana Lopilato siguen recibiendo buenas noticias. Tal y como ha confirmado el hermano de la actriz, Darío, el pequeño "está bien". "Está muy bien, después de unos meses largos", ha dicho en una entrevista con el diario argentino La Nación. Eso sí, confiesa que no va a dar más detalles, ya que eso es algo que le corresponde a los padres del pequeño, pero según las últimas informaciones, hace unas semanas fue intervenido para quitarle el tumor que se le había detectado en el hígado y ahora está con un intenso tratamiento para terminar con la enfermedad definitivamente.
"Para mí es muy difícil hablarlo. Yo creo mucho en Dios, y vino un milagro de Dios. Desde cómo se encontró, desde la operación, hasta todo. Pero me gustaría que la que dé detalles sea mi hermana. Fue algo que nos unió mucho como familia", explica Darío, que cada vez que puede se marcha a Los Ángeles para estar con ellos en estos delicados momentos. "Hay que acompañar, seguir acompañando. Por eso corto y viajo para allá. A la hora de ver todo, cuando uno tiene un problema en serio, todo pasa a un quinto y sexto plano. Piensas que los problemas son "me peleé con este, me pasó esto en el trabajo". Olvidate, no son problemas. Lo importante es que estamos juntos y lo vivimos en familia", añade.
El hermano de Luisana estaba en el teatro, Bajo Terapia, cuando sucedió todo, y así cuenta cómo fue para él trabajar en este contexto: "Era una obra de teatro en la que estoy desde hace ya tres años. Me han acompañado mucho mis compañeros, era la tercera temporada en Mar del Plata. Tengo amigos ahí. Estaba contenido. Obviamente hasta que no pude estar más, me tuve que ir, y volví porque las cosas gracias a Dios fueron saliendo bien, pero si no, creo que no volvía".
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En su entrevista, Darío también ha querido aprovechar para dar las gracias con la que los medios y la gente se han portado con ellos en estos meses tan difíciles para la familia: "Divinos todos, supieron entender los silencios, hasta hoy en día. Hay mucha gente que ha orado mucho. La gente en la puerta del teatro me paraba y me decía estamos orando por Noah. Fue un momento muy fuerte. Yo ahora estoy entendiendo más. Al principio es la necesidad de entender y aceptar lo que estoy viviendo. Pienso que en mi familia va a haber un cambio muy importante en varios aspectos".
En este tiempo, tanto Michael como Luisana han preferido guardar silencio y en cuanto se enteraron de la noticia, los dos decidieron dejar a un lado sus respectivas carreras profesionales para cuidar a su hijo. Después del comunicado que mandaron para confirmar la enfermedad de Noah en noviembre de 2016, no fue hasta el pasado mes de febrero cuando volvieron a pronunciarse para hablar del estado de salud del pequeño: “Estamos muy agradecidos de comunicar que Noah ha estado evolucionando favorablemente durante su tratamiento, y los médicos son muy optimistas acerca del futuro de nuestro hijo. Él ha sido valiente en todo momento y seguimos inspirados por su coraje. Agradecemos a Dios por la fortaleza que él nos ha dado a todos nosotros. No tenemos palabras para expresar nuestra gratitud a los medicos y cuidadores. Nos gustaría agradecer a las miles de personas que nos han enviado sus oraciones y buenos deseos. Mientras continuamos este camino, estamos gratamente reconfortados por su apoyo y amor”.
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