Una semana decisiva para Isabel Pantoja

Por hola.com

Isabel Pantoja lleva ingresada en el hospital Infanta Luisa de Sevilla desde el pasado día 5 de agosto, precisamente el día en que se cumplía el final de su segundo permiso penitenciario. Gracias a este pudo pasar con su familia su cumpleaños aunque la celebración no acabó todo lo bien que la artista se esperaba dado que el empeoramiento de su estado de salud, debido a los problemas de azúcar que padece, provocaron su ingreso hospitalario. Comenzaba así un período de pruebas médicas tras las que, según fuentes sanitarias, se determinó que la intérprete sufre una dolencia renal, denominada nefropatía diabética.

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Esta patología requiere un control especializado hasta su normalización y la relación de pruebas complementarias. Isabel obtuvo un primer permiso para permanecer ingresada en el hospital y después un segundo cuyo plazo termina mañana martes, día 18 de agosto. Tras el examen realizado por un médico forense la pasada semana se calculó que el período de hospitalización se debía prolongar entre siete y diez días en función de su evolución. Mañana se cumple este plazo de siete días, pero en el caso de que los informes médicos determinen que su estado de salud no ha mejorado, la juez podría concederle un nuevo permiso extraordinario, han asegurado fuentes judiciales a la agencia EFE.

La enfermedad renal que padece Isabel Pantoja: nefropatía diabética

Isabel Pantoja, hospitalizada en Sevilla el mismo día en que tenía que regresar a prisión

Isa Pantoja sigue con su día a día mientras su madre continúa ingresada en el hospital

Mientras tanto Isabel sigue contando con el apoyo de su familia. Sus hermanos Agustín y Bernardo han estado con ella en la clínica, igual que su sobrina Anabel Pantoja, que acude a visitarla con frecuencia pero sin hacer declaraciones acerca de su estado de salud. También sus hijos Kiko e Isa han estado en la clínica sevillana acompañando a su madre. Fue a la salida de esta, hace unos días, cuando Kiko aclaró que “se encontraba mejor”. Queda comprobar ahora cómo de buena es esta mejoría y si es suficiente para que reciba el alta penitenciaria. También cómo influirá esta dolencia en su estancia en prisión o en la obtención del tercer grado penitenciario, que le fue denegado hace un par de meses pero que su abogado ha recurrido.