El agente secreto al servicio de Su Majestad la Reina de Inglaterra ha sido uno de los papeles más codiciados por los actores de diferentes generaciones. El primero en enfundarse el esmoquin de James Bond en el cine fue Sean Connery. Desde 1962 a 1971 empuñó como nadie la pistola con silenciador y en títulos como Dr. No (1962), Desde Rusia con amor (1963) o Goldfinger (1964) estuvo rodeado de espectaculares mujeres que se convirtieron en las perfectas compañeras de aventuras.
La misma suerte correrían sus sucesores. Algunos como George Lazenby -el James Bond menos conocido- probaron suerte en el mismo papel. Él lo hizo en el filme Al servicio secreto de Su Majestad (1969). La saga la continuó Roger Moore, que interpretó inolvidables entregas como Vive y deja morir (1973), La espía que me amó (1977), Sólo para tus ojos (1981) u Octopussy (1983).
El relevo lo tomó un joven Timothy Dalton, que encarnó al agente más seductor de la pantalla en dos ocasiones: Alta tensión (1987) y Licencia para matar (1989). Sin embargo, uno de los actores que más recordarán los espectadores es Pierce Brosnan, que durante cuatro entregas - Goldeneye (1995), El mañana nunca muere (1997), El mundo no es suficiente (1999) y Muere otro día (2002)- encarnó a este entrañable dandi.
La sorpresa vino cuando se hizo pública la elección del último y actual James Bond. El afortunado fue un actor inglés de teatro, que rompía con el físico de moreno rompecorazones del protagonista de la saga. Daniel Craig tuvo que demostrar en Casino Royal (2006) que era un digno sucesor para Brosnan y consiguió afianzar su papel en Quantum of Solace (2008). Además, aún le queda una oportunidad más para robar el corazón de sus admiradoras: en 2012 está previsto el estreno de Bond 23.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
