Tras las compras, llegan las devoluciones: conozca sus derechos

Cuando se quiere devolver un artículo es muy útil saber qué hacer para conseguir el dinero de vuelta

Por hola.com

Por la OCU
De entre las consultas de Asesoría Jurídica que presta la OCU, se desprende que los consumidores siempre creen que tienen derecho a devolver un producto siempre que quiera, lo que no es cierto en todos los casos.

Salvo que el producto tenga un defecto, el consumidor no puede exigir al comerciante que se lo cambie por otro o que le devuelva el dinero. Sólo podrá reivindicar ese “derecho” si la política comercial del establecimiento así lo ha determinado. Para salir de dudas, lo mejor es preguntar al dependiente antes de hacer la compra, sobre todo en caso de que sea un regalo.

La política comercial de las grandes superficies y cadenas suele aceptar los cambios y devoluciones en un plazo de tiempo determinado. En el tique de compra, así como en los carteles informativos del propio establecimiento, vienen indicados el plazo y las condiciones. Por ejemplo, es habitual que si se ha pagado con tarjeta de crédito, la devolución del importe se haga utilizando el mismo medio de pago; o que no se devuelva en metálico sino a través de un vale so o sin caducidad.

Cuando el producto adquirido tiene una tara o viene con un defecto de fábrica, la situación cambia de forma radical: ya no es que el consumidor quiera cambiar o devolver el producto por mero capricho, sino que puede y debe exigir que le entreguen el reducto conforme a lo que de él se espera.

Utilizando la garantía del producto, el consumidor pedirá al vendedor la reparación o sustitución del producto y, si así no se soluciona, la rebaja de su precio o la resolución del contrato.

Si compra a través de un catálogo, por teléfono, faz, Internet, correo electrónico, etc., se encontrará más protegido por la ley, pues tiene derecho a desistir del contrato durante los siete días siguientes a la entrega del producto sin alegar ninguna causa. La posibilidad de dar marcha atrás en su decisión de compra no depende, por tanto, de la política comercial que el vendedor haya elegido libremente sino que la ley obliga al vendedor a aceptar la devolución en ese plazo.