¿Cómo nos afecta en Europa la crisis financiera desatada en EE.UU?

En un mundo donde las economías están globalizadas, es lógico que los mercados financieros europeos se planteen adoptar medidas de precaución

Por hola.com

Ante la crisis financiera originada en Estados Unidos por las hipotecas, la ola de preocupación por la situación llega hasta Europa. La reciente aprobación de un multimillonario rescate para los bancos estadounidenses, finalmente aprobada por el Congreso y el Senado de EE.UU., no ha dejado indiferentes a los gobiernos europeos.

Europa no aprueba una medida similar
Nada menos que 700.000 millones de dólares ha inyectado la administración Bush para salvar a los bancos y bolsas del país. La Unión Europea no ha tardado en manifestarse: no cree en un plan de rescate similar en nuestras fronteras.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha convocado este sábado a los líderes de Alemania, Reino Unido e Italia, para hablar de la crisis bancaria mundial. Algunos gobiernos europeos han comentado que Francia quiere proponer un fondo de rescate de 300.000 millones de euros para los bancos de la Unión Europea, algo que el propio Sarkozy ha desmentido.

La idea de crear un colchón económico “a la americana” no ha calado entre los líderes europeos. Angela Merkel, canciller de Alemania, rechazó expresamente la idea, asegurando que su país “no puede y no emitirá un cheque en blanco para todos los bancos”. El Ministerio de Finanzas alemán reafirmó que el gobierno está totalmente en desacuerdo con la medida.

Esta misma opinión la comparten el Banco Central Europeo (BCE) y el Eurogrupo (institución que agrupa a los ministros de Finanzas de la zona euro), que han rechazado la creación de un plan de rescate a los bancos europeos. El propio presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha asegurado que la zona euro no está adaptada para semejante medida, ya que Europa no lo necesita.

No obstante, hay países de la Unión que sí adoptarían un plan de seguridad como el supuestamente propuesto por Francia. Holanda ha expresado su conformidad con la idea y ha propuesto que el 3 por ciento del producto interior bruto (PIB) de los países de la UE vaya a parar a fondos de rescates bancarios.

¿De dónde viene la crisis?
Todos los días la prensa internacional recoge los últimos datos sobre la crisis que ha tambaleado la economía mundial. Ante tal cantidad de informaciones, las bolsas se resienten, los inversores y los particulares no ven clara la situación, y muchos se preguntan: ¿De dónde viene la crisis?

Todo surgió con las hipotecas estadounidenses. Los bancos concedían muy fácilmente créditos hipotecarios a los ciudadanos, pero la subida de los tipos de interés hizo que muchos de ellos no pudieran afrontar esos pagos. Además, el precio de la vivienda está bajando mucho, por lo que los bancos no han sido capaces de recuperar el dinero vendiendo las casas. Estas hipotecas se conocen por el nombre de “alto riesgo” o “subprime”. Además, los bancos titulizan los préstamos (los venden a un tercero), por lo que las empresas que habían comprado bonos ligados a las hipotecas han visto cómo su precio se ha derrumbado, lo que ha extendido los riesgos a otros grupos financieros. El primer banco en caer en EE.UU. ha sido el centenario Lehman Brothers, que no pudo sobrevivir a la situación.

El temor europeo se debe a que muchos bancos tienen fondos en EE.UU., y que pueden estar ligados a estos problemas. En Francia ya ha habido un banco que se ha resentido, el BNP Paribas, y en Alemania, el IKB.

La bolsa de NY afecta a los europeos
Con toda esta situación, las empresas no consiguen dinero con la misma facilidad que antes. Ahora resulta más caro, con lo que los beneficios se reducen, y tampoco existe predisposición para fusiones ni adquisiciones, una de las actividades que más beneficios daba hasta ahora en la bolsa.

Los bancos europeos ahora son más reticentes a la hora de ofrecer préstamos, se han recrudecido las condiciones y avales para solicitar préstamos, y los créditos están subiendo de precio, por lo que los particulares de a pie sufren las consecuencias.
Los analistas coinciden en que habrá que esperar a que la situación se estabilice para ver si Europa se verá seriamente afectada por la crisis, o las alarmas responden solamente a una lógica preocupación.