1/10 © Shutterstock

PLAZA MAYOR DE SAN CARLOS DEL VALLE

Entre campos de cereal y vides, esta localidad sorprende con una excepcional plaza mayor que, como las de Manzanares, Valdepeñas o Villanueva de los Infantes, resume la historia, el espíritu y la estética de La Mancha. La de San Carlos del Valle es un sobrio espacio rectangular, con soportales y galerías de madera, que fue construida en su origen por el mismo arquitecto que levantó en ella la iglesia del Santísimo Cristo –joya del barroco tardío y neoclásico–, con la idea de ser como un atrio de esta.

2/10 © Shutterstock

PARQUE NATURAL VALLE DE ALCUDIA Y SIERRA MADRONA

Puertollano es la puerta de entrada a este desconocido paraíso ecológico, alejado de las rutas tradicionales, donde se disfruta de la naturaleza en estado virgen. Posee dos paisajes diferenciados: por un lado, las dehesas ganaderas, un mar de encinas y pastizales que se pierden en el horizonte; por otro, el quebrado paisaje de las sierras y montes del sur. Ríos y arroyos, hoces, cañones, cascadas, crestones y manifestaciones de vulcanismo se descubren en él, incluso una encina milenaria que puede cobijar a su sombra hasta mil ovejas y un roble vetusto conocido como el Abuelo.

3/10 © Shutterstock

RUTA DEL QUIJOTE

Una buena parte de este itinerario que recorre los espacios donde suceden las aventuras de don Quijote atraviesa las tierras de Ciudad Real, rebosante de lugares de interés cultural, patrimonial, artístico, paisajístico y hasta gastronómico. Alcázar de San Juan, lugar de nacimiento de Cervantes, con sus típicos molinos (en la imagen); las Lagunas de Ruidera, donde se sitúa la famosa Cueva de Montesinos; Campo de Criptana o Argamasilla de Alba son algunas paradas en la ruta (rutaquijote.es).

4/10

LAS TABLAS DE DAIMIEL

Hace casi cincuenta años, este valioso humedal de Ciudad Real se ganó su declaración como parque nacional y, años después, como reserva de la biosfera por ser un ecosistema único en la meseta formado por las aguas de dos ríos de diferente naturaleza, las salobres del río Guadiana y las dulces del Cigüela. Se disfruta siguiendo algunos de sus tres itinerarios señalizados, caminando por las pasarelas de madera sobre el agua, admirando aves desde los observatorios o llegando a zonas restringidas en vehículos todoterreno (lastablasdedaimiel.com).

No te lo pierdas: Con este tour descubrirás el Parque de las Tablas de Daimiel, un paraje natural en pleno corazón de Castilla-La Mancha.

5/10 © Shutterstock

ALMAGRO

Su nombre suena a teatro. Los versos de Lope de Vega, Tirso de Molina o Calderón de la Barca resuenan desde muy antiguo en su Corral de Comedias, del siglo XVI, escenario cada verano del Festival Internacional de Teatro Clásico. Se abre en un lado de su bella plaza Mayor, típicamente manchega, en el centro de un casco antiguo adornado de palacetes, casonas blasonadas, iglesias y conventos, muchos de ellos convertidos también en puntuales escenarios teatrales y hasta uno de ellos en sede del Museo Nacional de Teatro.

6/10 © Shutterstock

PARQUE NACIONAL DE CABAÑEROS

Por sus extensas llanuras de matorrales, sus acacias solitarias y sus atardeceres de fuego, Cabañeros recuerda al Serengueti africano. El parque nacional que comparten Ciudad Real y Toledo protege uno de los bosques mediterráneos más valiosos de la península y es uno de los mejores lugares para asistir al espectáculo de la berrea en otoño. La visita debe comenzar por los centros de visitantes de Horcajo de los Montes o Casa Palillos (en Alcoba), desde donde parten las rutas en todoterreno y ofrecen información sobre rutas, cono la que sigue el sendero del Boquerón del Estena.

7/10 © Shutterstock

VILLANUEVA DE LOS INFANTES

El lugar donde murió Quevedo pudo ser también aquel en el que corrió buena parte de sus aventuras don Quijote. En el centro de la comarca cerealista, vinícola y olivarera del Campo de Montiel, esta villa llama la atención porque está llena de escudos, de imponentes arquitecturas, de casonas nobles, conventos y de rincones que se descubren en torno a su monumental plaza Mayor, presidida por la majestuosa fachada de la iglesia de San Andrés.

8/10 © Parque Minero De Almadén

ALMADÉN

Recorrer en un tren de vagonetas la mina de mercurio más famosa del planeta evoca los tiempos, no muy lejanos, en los que el metal líquido valía casi tanto como el oro. A ella debe Almadén su fama universal. Durante el recorrido se visitan los modernos hornos, los históricos, los almacenes o el museo de este complejo minero declarado Patrimonio de la Humanidad. Muy cerca queda la única plaza de toros del mundo de planta hexagonal, convertida en un singular hotel, y también un casco urbano lleno de interés, que conserva los restos del castillo de Retamar en lo alto.

9/10 © Shutterstock

MANZANARES

El encanto de esta localidad fundada por la Orden de Calatrava está en recorrer sus calles rebosantes de antiguas edificaciones nobles, iglesias o ermitas que obligan a detener el paso. El castillo de Pilar Bonas es su gran monumento, convertido en una moderna hospedería, y sorprende la plaza del Ayuntamiento, mezcla de neoclasicismo y eclecticismo. Entre sus museos, uno dedicado al diseñador Manuel Piña y el muy apetecible, del Queso Manchego.

10/10 © Shutterstock

CASTILLOS DE CALATRAVA LA VIEJA Y LA NUEVA

En Carrión de Calatrava, a orillas del Guadiana, afloran las ruinas de la que fue la ciudad islámica más importante de la región (castillodecalatrava.com), con su muralla, sus torres, su alcázar y su medina. La iglesia que erigió la Orden acoge el centro de interpretación del yacimiento, pero de Calatrava la Vieja lo que realmente impacta es su sistema defensivo hidráulico de época omeya, que alimentaba al foso y a la propia ciudad. A media hora en coche hacia el sur de la comarca, en el municipio de Aldea del Rey, se erige la impresionante fortaleza de Calatrava la Nueva (en la imagen), que fue cuartel general de la Orden en sustitución de la Vieja, hasta finales del siglo XVIII. Edificada con rocas blancas y coloradas, como una prolongación del cerro en el que se sitúa, destaca en ella la iglesia cisterciense, de dimensiones catedralicias. También tiene convento, hospedería, puebla y recinto externo, rodeado de murallas que formaron una auténtica ciudad fortificada. Desde sus torres se contempla, al norte, todo el Campo de Calatrava; y al sur, Sierra Morena.

Más sobre: