Cada año, desde finales de noviembre y hasta finales de año, las grandes ciudades de Europa se convierten en las favoritas para una escapada prenavideña, especialmente durante el puente de diciembre. Pero otras, también preciosas, pero que suenan menos, se envuelven de la misma magia, con miles de pequeñas luces decorando sus calles y fachadas, encantadores mercadillos llenos de puestos de artesanía, adornos navideños y aromas a vino caliente y gallegas de jengibre y muchas y actividades. Si quieres acertar, desmárcate este año y elige entre estas recomendaciones. Te contamos todo lo que puedes hacer esta Navidad en algunos destinos de Europa que no tenías en tu radar.

GENGENBACH, ALEMANIA
Escondida en el valle de Kinzig, entre Baden-Baden y Friburgo, Gengenbach es una ciudad medieval de cuento, con su muralla, sus puertas, sus torres medievales, su laberinto de callejuelas empedradas, sus casas de colores con entramados de madera… ¿Puede ir a más? La respuesta es un rotundo sí, pues en Navidad, la que Tim Burton eligió para rodar escenas de Charlie y la fábrica de chocolate, tiene un mercadillo navideño de postal, y un calendario de Adviento en la fachada del ayuntamiento que pasa por ser el más grande del mundo, en el que cada día se ilumina una de sus ventanas.
© @visitestoniaTALLÍN, ESTONIA
Sorprende saber como en Estonia, el país menos religioso del mundo, se vivan con tanta emoción estos mágicos días navideños. Pero así es. Es en la plaza Raekoja, enmarcada por edificios de color pastel y el edificio gótico del ayuntamiento, la que acapara toda la atención en esta época, pues en ella se instala su tradicional mercado y su gran árbol de los deseos, que se planta en el mismo lugar desde 1441, el primero de toda Europa.
Curioseando en sus puestos de madera encontrarás artesanías locales, infinidad de adornos, prendas calentitas y especialidades de esta época, entre las que no faltan las tradicionales galletas de jengibre, los dulces de coco y canela y el vino caliente especiado y aromatizado con arándanos o espino amarillo, que aquí llaman glögg. Pide el más auténtico, el Vana Tallinn, que elabora desde 1898 la compañía estonia Liviko– y resulta perfecto para entrar en calor.
También podrás patinar sobre hielo, recorrer su centro histórico medieval aún más encantador iluminado en estas fechas o asistir a alguno de los planes de su agenda navideña –donde la música ocupa un lugar muy importante– hasta entrado el mes de enero.
© Getty Images/Photononstop RFMONTBÉLIARD, FRANCIA
Para situar esta ciudad francesa que no es tan conocida por los españoles tienes que desplazarte a la esquina en la que este país hace frontera con Suiza y Alemania. Todo un descubrimiento en Navidad, pues en esta época tiene lugar el famoso evento Les Lumières de Noël. Será a finales de noviembre y hasta la víspera de Navidad cuando el centro histórico vuelva a iluminarse con miles de luces –especialmente las inmediaciones del templo luterano de Saint-Martin– y abra su mercado navideño tradicional.
En su más de 100 chalets de madera encontrarás objetos hechos a mano por artesanos y productores locales: decoraciones, joyería, juguetes de madera, productos regionales… Y también podrás comprar delicias gastronómicas típicas como vino caliente, pan de especias, quesos de la región de Franco Condado y embutidos ahumados. Además del espectáculo de luz que da nombre a la celebración, en Montbéliard se organizan numerosas actividades para toda la familia: conciertos, coros, desfiles, una pista de patinaje sobre hielo y un encantador village des enfants (pueblo de los niños) con juegos, talleres y visitas de Papá Noel.
© ANP/AFP via Getty ImagesVALKENBURG, PAÍSES BAJOS
Ni Ámsterdam ni Rótterdam, tampoco La Haya ni Utrech. Es la pequeña ciudad de Valkenburg, al sur de los Países Bajos y a solo 15 minutos de Maastricht, la que durante la Navidad se lleva todos los aplausos como escenario de cuento. Desde mediados de noviembre y hasta principios de enero, se transforma en Kerststad Valkenburg (christmastownvalkenburg.com), un encantador pueblo navideño con dos mercados navideños subterráneos únicos – Gemeentegrot y Fluweelgrot, elegidos los mejores del país–, y con el desfile más mágico de Europa, que ilumina el centro histórico con carrozas, bailarines, música festiva y miles de luces centelleantes.
© Getty ImagesFUNCHAL, PORTUGAL
No podía faltar Portugal en esta selección de destinos de Europa mágicos que no hay que perderse en Navidad. Dejando a un lado Lisboa y Oporto, la capital de Madeira tiene su particular atractivo navideño, con un mercado que cada año se coloca entre los más recomendables del continente para descubrir. Se instala en el bulevar de la avenida Arriaga y llena de magia, luz y música este entorno en pleno corazón de Funchal. Entre la variedad de productos que ofrece encontrarás plantas, frutas, vino de este archipiélago portugués y puestos donde probar algunos de los platos y bebidas típicas navideñas. Todos los días, en las rúas Câmara Pestana, Fernão de Ornelas y avenida Sá Carneiro tiene también lugar un espectáculo de luz y color, que precederá al más grande pirotécnico que tendrá lugar el 31 de diciembre en el mar.
© Olga - stock.adobe.comBREITNAU, ALEMANIA
No es tan turístico como otros Gengenbach o Triberg, también en la Selva Negra alemana, pero también tiene casas con entramados típicos de la Selva Negra y una naturaleza espectacular alrededor. Lo que le hacen único en esta época a Breitnau es lo que ocurre en la garganta Ravenna. El viaducto del tren que atraviesa este boscoso entorno y se eleva a 40 metros de altura sirve de telón de fondo a uno de los mercadillos más singulares de Alemania. Un pueblo con pequeñas casas de madera bajo un mar de luces que no puede tener más encanto, con más de 40 puestos donde se vende artesanía y se ve a los artesanos creando sus obras de arte, ideas para hacer regalos navideños, y comprar productos gastronómicos.
© E.M.
© E.M.TURÍN, ITALIA
La capital de la región del Piamonte, en el norte de Italia, esconde muchas sorpresas agradables, entre ellas ser uno de los destinos europeos con más magia que merece la pena visitar en Navidad, aunque muchos desconozcan esta versión. La decoración a las puertas del Palazzo Reale, sede de la monarquía de los Saboya hasta el siglo XIX, el enorme calendario de Adviento situado junto a la catedral, las luces diseñadas por reconocidos artistas que iluminan sus calles, el mercado de la piazza Castello, la decoración de la piazza San Carlo y de las galerías Subalpina y San Federico, los eventos musicales…, la ciudad brilla con intensidad en esta época.




