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Vista de Oporto © Alamy Stock Photo

Oporto: uno de los mejores destinos de Portugal para viajar con amigas

En 48 horas, podéis conocer los lugares más emblemáticos de esta ciudad portuguesa que destaca por sus calles empedradas, sus flores y sábanas en los balcones, sus fachadas de colores, sus azulejos azules, la diversidad de estilo, la amabilidad de sus gentes…


Actualizado 29 de mayo de 2025 - 19:27 CEST

Hay ciudades que se descubren mejor en compañía. Lugares que parecen diseñados para recorrerlos entre charlas, confidencias, risas y copas para celebrar el hecho de estar juntas. Y entre todos los rincones del mundo, Oporto es uno de esos destinos perfectos. Y es que la ciudad destila pasión, emoción, hay arte por todas partes y se respira alegría. Un punto más a favor de esta localidad portuguesa: podréis conocerla bastante bien en solo dos días. Por tanto, si estáis planeando una escapada de fin de semana con amigas, esta ciudad que mira al Duero es una buena elección. 

Oporto con amigas© Alamy Stock Photo
Amigas en la ciudad de Oporto en verano© tunedin - stock.adobe.com

A primera vista, Oporto seduce por su color, sus calles empedradas y empinadas (recordad llevar zapatillas cómodas para explorar la ciudad), las fachadas de mosaicos o las paredes desconchadas, la ropa colgada en balcones estrechos, las janelas, el reflejo de las luces en el agua al ponerse el sol. También atraen sus gentes, el bullicio, el coro imperfecto de voces, motores, campanas, turistas, guías, el silbido del funicular… una banda sonora que marca el pulso del día a día. Pero vayamos por partes. ¿Dónde os podéis alojar para disfrutar al máximo de vuestra estancia en Oporto?

Tivoli Kopke Porto Gaia, un alojamiento para 'disfrutonas'

Si sois de las que os gusta aprovechar todo lo bueno que os da la vida, este viaje a Oporto tiene que comenzar en un hotel, el Tivoli Kopke Porto Gaia (minorhotels.com). Situado en la ribera sur del Duero, en pleno corazón de Vila Nova de Gaia, frente a las fachadas de colores de Oporto, este establecimiento propone una estancia que es mucho más que alojamiento: una inmersión en la cultura portuguesa. Este exclusivo hotel fusiona el legado de Tivoli Hotels & Resorts con el de Kopke, la bodega de vino de Oporto más antigua del mundo.

El hotel nace de la meticulosa rehabilitación de las antiguas bodegas centenarias de Kopke y ocupa una finca de 20.000 m² con terrazas escalonadas que evocan los viñedos del Duero. Desde allí se disfrutan vistas privilegiadas de Oporto, el río y el emblemático Puente de Luis I. El complejo se articula en tres espacios diferenciados, Vintage, Tawny y White, organizados en torno a una bodega restaurada donde actualmente envejecen más de dos millones de litros de vino de Oporto en barricas de madera. Próximamente, esta bodega abrirá sus puertas al público con catas exclusivas y eventos sensoriales.

Además, si a tus amigas y a ti os gusta el arte, dormir en este hotel os permitirá disfrutar de esculturas y pinturas de la colección Abanca, una de las más relevantes de la península ibérica. Conviven con el mobiliario, enriqueciendo los pasillos, las zonas comunes e incluso las habitaciones. Obras de artistas portugueses, réplicas de Pablo Picasso y Salvador Dalí, así como de creadores españoles y latinoamericanos transforman cada rincón del hotel en una auténtica galería de arte. 

Vista del Hotel Tivoli Kopke Gaia© Cortesía

Menú de Nacho Manzano, tres estrellas Michelin 

Hay otro espacio que os regalará momentos memorables: el 1638 Restaurant & Wine Bar, orquestado por el chef Nacho Manzano, que suma tres estrellas Michelin en su restaurante asturiano Casa Marcial. Su menú degustación de 11 pases y que cambia cada dos meses, está pensado para despertar los cinco sentidos mientras brindáis por el presente, recordando el pasado y con el anhelo de un futuro plagado de experiencias compartidas.

El reconocido chef celebra la alta cocina combinada con los más exquisitos vinos de la región del Duero, incluidos los renombrados vinos de Oporto Kopke  y los vinos tranquilos con denominación de origen Duero procedentes de Quinta de São Luiz y Quinta da Boavista.

El 1638 Restaurant & Wine Bar, del hotel Tivoli Kopke Porto Gaia, ofrece un menú degustación del chef tres estrellas Michelin Nacho Manzano que consta de 11 pases para despertar todos los sentidos

Si preferís algo más informal, la cena la podéis hacer en la Terraza Boa Vista, una azotea con vistas espectaculares de esta ciudad de Portugal. Allí encontraréis sabores más ligeros, bacalao, mejillones, arroz de almejas y una atmósfera perfecta para brindar al atardecer. 

Teleférico de Oporto© Alamy Stock Photo

Del teleférico de Gaia al Puente Don Luis I

Pero aún quedan muchas horas para la cena y toca explorar esta ciudad, cuyo casco histórico es Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO. Una maravillosa forma de comenzar el recorrido es hacerlo subiendo a bordo del Teleférico de Gaia, una atracción turística que conecta la ribera de Vila Nova de Gaia, justo donde se encuentra el hotel, con la parte alta del monte de Sierra del Pilar.

Durante el trayecto, que dura apenas unos minutos, podréis contemplar un paisaje que es otra obra de arte: las fachadas de colores del casco antiguo de Oporto al otro lado del río, los tejados de las bodegas con sus letreros centenarios, el Duero resplandeciente bajo el sol y, al fondo, el perfil elegante del  Puente Don Luis I. 

Al llegar a lo alto, el paseo por el Puente Don Luis I se convierte en un ritual. Cruzarlo andando es como entrar de lleno en el alma de la ciudad. Diseñado por un discípulo de Eiffel, este coloso de hierro fundido os ofrecerá una vista de ambas orillas que es impagable. Y más aún si se hace entre risas y fotos entre amigas.

Claustro Catedral de Oporto© Alamy Stock Photo

La Catedral de Oporto y el alma de la ciudad

La siguiente parada es la Catedral de Oporto, uno de los monumentos más antiguos. Su imponente fachada es una mezcla de elementos románicos, góticos y barrocos. Y en su interior, destaca la estructura de cruz latina, típica de los grandes templos medievales. En una de sus capillas se guarda un sagrario de plata de más de 400 kilos

Pero el alma de la catedral está en el claustro gótico del siglo XIV, cuyos muros están revestidos de azulejos azules y blancos añadidos en el siglo XVIII. Estas cerámicas narran escenas bíblicas, entre ellas, algunas del Cantar de los Cantares. El efecto de la luz filtrándose entre los arcos góticos, combinado con el azul cobalto de los azulejos, os va a hipnotizar.

El alma de la catedral está en el claustro gótico del siglo XIV, cuyos muros están revestidos de azulejos azules y blancos añadidos en el siglo XVIII. Estas cerámicas narran escenas bíblicas, entre ellas algunas del Cantar de los Cantares

Un dato más para los caminantes y para vosotras si os gusta la aventura: desde la explanada de la catedral parte la ruta portuguesa del Camino de Santiago.

Amigas paseando por las calles de Oporto© Alamy Stock Photo

Paseo por el casco antiguo

Desde la catedral, empezad a caminar y disfrutad de las calles empedradas y estrechas de Oporto. Las janelas, esas ventanas tan portuguesas, se adornan con ropa tendida al sol y flores y ofrecen una vista única de una ciudad que se vive hacia afuera. Aquí no se tapan los balcones, todo está muy abierto, una costumbre que refleja la hospitalidad y apertura de Oporto.

Vais a observar también que la arquitectura de esta zona tiene una fuerte influencia francesa, herencia de los arquitectos portugueses que trabajaron en París y trajeron consigo el gusto por el estilo Belle Époque y el Art Nouveau. 

A cada paso descubriréis tiendas de artesanía y escaparates que rinden homenaje a un material muy portugués: el corcho. Gracias a la habilidad y saber hacer de estos artesanos, este elemento se transforma en bolsos, carteras, sombreros y todo tipo de complementos para regalar. Aunque la presión de los productos importados es fuerte, muchos artesanos mantienen vivo su oficio. 

Estación de Sao Bento, en Oporto © Alamy Stock Photo

Estación de São Bento: azulejos que narran la historia

Vuestra próxima parada está en la estación de São Bento, y si bien su fachada exterior no anticipa demasiadas sorpresas, basta con cruzar sus puertas para entender por qué está considerada una de las estaciones más bellas de Europa.

Las paredes del vestíbulo están cubiertas por más de 20.000 azulejos pintados a mano por el artista Jorge Colaço a principios del siglo XX. Estas piezas de cerámica no solo decoran, relatan con maestría la historia de Portugal: desde batallas medievales y escenas agrícolas tradicionales hasta episodios como la entrada de Egas Moniz con su familia, o el matrimonio entre Juan I de Portugal y Felipa de Lancaster,  origen de la longeva alianza luso-británica.

Torre de los Clérigos con tranvía© Alamy Stock Photo

Avenida de los aliados y la Torre de los clérigos

Después de entrar de lleno en la historia viva de la estación de São Bento, basta con caminar unos pasos para adentrarse en la Avenida de los Aliados, el verdadero eje institucional y monumental de Oporto. Aquí también todo impresiona. Las fachadas neoclásicas y Art Déco de los edificios que hablábamos hace unos instantes, las esculturas, los ventanales abuhardillados tan parisinos, el ir y venir de la gente… Incluso las obras del metro. Todo bulle y fluye. 

Esta gran avenida, que conecta la estación con el Ayuntamiento, está presidida por la estatua de Pedro IV, clave en las guerras liberales contra el absolutismo. Edificios históricos como el Banco de Portugal o la Caja de Depósitos dominan las esquinas, mostrando el poder económico que ha marcado el crecimiento de Oporto desde el siglo XIX.

Quien se atreva a subir los 225 para alcanzar la cima de la Torre de los Clérigos, será recompensado por una vista impresionante de la ciudad, sus tejados rojos, fachadas multicolores y azulejos

Desde aquí, y elevando la vista, veréis asomarse la silueta de la Torre de los Clérigos, uno de los emblemas más reconocibles de la ciudad. Esta  joya del barroco portugués fue diseñada por el arquitecto Nicolau Nasoni en el siglo XVIII. Su torre, de 75 metros de altura, sigue siendo el punto más alto del casco histórico.

Para llegar a la cima hay que subir 225 escalones, pero el esfuerzo merece la pena: desde arriba, Oporto se despliega como un tapiz de tejados rojo. La vista alcanza las dos orillas, los puentes, las torres de iglesias vecinas y hasta el perfil verde de la Serra do Pilar. Es un momento perfecto para sacaros una foto… y otra… y otra más.

Iglesia de Carmo y Carmelitas en Oporto© Alamy Stock Photo

Las Iglesias del Carmen y de las Carmelitas

Avanzando unas calles desde la Torre de los clérigos, os encontraréis con una de las imágenes más curiosas y fotografiadas de Oporto: la Iglesia del Carmen y de las Carmelitas, conocidas como 'las iglesias gemelas'. Aunque, en realidad, sería más acertado llamarlas 'iglesias siamesas', pues están unidas por una estrechísima vivienda de apenas 1,20 metros de ancho: la famosa 'Casa escondida'.

Esta casa fue construida como solución a una antigua norma canónica que prohibía tener dos iglesias contiguas. Así, entre ambas se levantó esta vivienda que hoy es todo un símbolo de ingenio arquitectónico. Su minúsculo tamaño, su puerta encajada entre dos colosos religiosos y su tejado inclinado la convierte en uno de los secretos más encantadores de la ciudad.

Debido a una prohibición papal, no se pudo construir dos templos contiguos por lo que se levantó una casa de solo un metro y veinte de ancho: la famosa Casa escondida 

Pero volvamos a las iglesias. La de la izquierda es la Iglesia de las Carmelitas, construida en el siglo XVII como parte de un convento para monjas de clausura. Su fachada es sobria, de líneas manieristas, y su interior silencioso y solemne está decorado con tallas doradas, frescos y un órgano ibérico del siglo XVIII que todavía suena en misa. El ambiente que se respira es de recogimiento, casi monástico. A la derecha, la Iglesia del Carmo, levantada en el siglo XVIII, presume de exuberancia rococó. Su fachada exterior está decorada con un impresionante panel de azulejos azules y blancos, que representa escenas religiosas con un virtuosismo que deja sin palabras. Dentro, el pan de oro cubre columnas, retablos y frisos, en una exaltación visual que buscaba demostrar el poder espiritual a través del arte.

Barricas, fado y copas de Oporto

Para seguir descubriendo lo más emblemático de Oporto, merece la pena que volváis a Villa Nova de Gaia y recaléis en alguna de sus bodegas como Cálem, Ferreira o Sandeman. No solo ofrecen degustaciones de vinos de diferentes edades, sino también espectáculos de fado en directo. 

Tras disfrutar de la ternura y nostalgia del fado portugués, podéis pensar en regresar al hotel para degustar el menú de Nacho Manzano o tomaros una copa de Oporto en la Terraza Boa Vista, mientras el sol se esconde y comienzan a iluminarse las luces de Oporto. 

Cabina de masaje en el hotel Tivoli Kopke Gaia © Cortesía

Un masaje con vistas 

Emprendéis el segundo día de esta ruta por Oporto en 48 horas y nada mejor que relajaros en el Tivoli Spa. Sus terapias personalizadas están alineadas con la singularidad del destino e inspiradas en sus elementos autóctonos y orgánicos. La experiencia Reserve Spa combina los mundos del vino y el bienestar al fusionar los vinos Kopke con las propiedades curativas de la aromaterapia y las uvas. El tratamiento exclusivo La Esencia de Kopke incluye las icónicas piedras de esquisto del Valle del Duero, un manto de corchos aromáticos y una vela infusionada con vino.  Además, también podéis disfrutar de una sauna, un baño de vapor y una piscina hidrodinámica con fototerapia para una relajación total. Desde la sauna y la piscina hidrodinámica, podréis disfrutar de maravillosas vistas de la ciudad de Oporto.

Librería© Nuria Safont
Librería

La Librería Lello, un templo para lectoras y curiosas

La segunda jornada del fin de semana con amigas en Oporto puede comenzar cruzando de nuevo el puente hacia la ciudad vieja, esta vez con un destino muy especial: la Librería Lello. De inspiración neogótica, considerada una de las librerías más bellas del mundo, su interior es una alegría para alma.

Dice la leyenda popular que Jk. Rowling se inspiró en este lugar para crear el universo mágico de Harry Potter

Su escalera central en espiral, los vitrales de colores y los estantes que se elevan hasta el techo hacen que este lugar parezca sacado de una novela fantástica. No es de extrañar que se la relacione con el universo de Harry Potter: JK Rowling vivió en Oporto en los años 90 y se dice que pudo  inspirarse en estos espacios para crear su mundo mágico, aunque nunca lo ha confirmado. La entrada es de pago, pero merece cada céntimo.

Icónica casa Art Deco en el museo Serralves © Alamy Stock Photo

Arte y naturaleza

Llega el momento de dejarse llevar por la belleza pausada del arte. La ciudad ofrece propuestas culturales para todos los gustos. Una de las más completas es la visita a la Fundación de Serralves, que incluye el Museo de Arte Contemporáneo, obra del arquitecto Álvaro Siza Vieira, y un inmenso parque con jardines temáticos, esculturas al aire libre y rincones que invitan a dar un paseo tranquilo.

Otra opción, en pleno centro, es la Galería Municipal de Oporto, situada en los jardines del  Palacio de Cristal, o el Museo Nacional Soares dos Reis, que reúne obras clave del arte portugués desde el siglo XIX hasta hoy. Sea cual sea la elección, podéis pasar un buen rato entre salas y exposiciones.

Platos típicos de Portugal© Getty Images

Una francesinha para coger fuerzas

Es mediodía y el hambre vuelve a asomar por lo que ha llegado el momento perfecto para probar uno de los platos más emblemáticos de la ciudad: la francesinha. Este sándwich contundente, que combina carnes, embutidos, queso fundido y una salsa caliente de tomate y cerveza, es un icono local. No apto para todos los estómagos, eso sí. Así que si vais a querer probarlo, es mejor compartir. 

Si vas a tomar una francesinha, lo mejor es compartirla, por lo contundente del plato

Uno de los locales más famosos para degustarlo es el Café Santiago, aunque también es posible catarlo en lugares con historia como A Regaleira, a quien se le atribuye su invención, o en Capa Negra). Si preferís algo más ligero, el Mercado do Bolhão (mercadobolhao.pt) es una alternativa perfecta, con productos frescos y opciones tradicionales para picar mientras se descubre la gastronomía local.

Barco en el río Duero frente a Oporto© Alamy Stock Photo

Despedida en barco y la promesa de volver

Y para cerrar estas 48 horas en Oporto con amigas, nada mejor que embarcarse en un paseo en barco rabelo. Estas embarcaciones tradicionales, que antaño servían para transportar las barricas desde el valle del Duero hasta las bodegas de Gaia, hoy permiten ver la ciudad desde una perspectiva completamente distinta.

El recorrido dura unos 50 minutos y permite cruzar los seis puentes que conectan ambas orillas, mientras el sol se refleja en las fachadas de colores y el aire húmedo del río acaricia la piel. Es un final suave, contemplativo, perfecto para mirar atrás, aunque solo hayan pasado dos días, y repasar mentalmente cada momento vivido.

Una última copa, una última risa compartida. Y una promesa: volver pronto, porque Oporto, como las grandes amigas, no se olvida fácilmente.

Vista de Oporto© Alamy Stock Photo

Guía práctica para disfrutar Oporto en 48 horas con amigas

Restaurantes recomendados en Oporto

  • Café Santiago. Rua de Passos Manuel 198/226. Famoso por su francesinha, es uno de los lugares clásicos para probar este plato típico.
  • A Regaleira. Rua do Bonjardim 87. Uno de los locales a los que se atribuye la invención de la francesinha en 1952.
  • Capa Negra II. Rua do Campo Alegre 191. Muy apreciado por su cocina tradicional portuguesa.
  • Mercado do Bolhao. Rua Formosa 214. Una opción perfecta para comer productos frescos y platos locales a buen precio. Menús entre 10 y 15 €.

Museos y galerías de arte en Oporto

  • Fundación de Serralves-Museo de Arte Contemporáneo. Rua Dom João de Castro 210, 4150-417. Combina arte, arquitectura y paseos por sus jardines. Un plan ideal para una tarde cultural y relajada.
  • Galería Municipal de Oporto. Rua Dom Manuel II, 81, 4050-522. Ubicada en los Jardines del Palacio de Cristal. Entrada gratuita y excelente programación contemporánea.
  • Museo Nacional Soares dos Reis. Rua Dom Manuel II, 44, 4050-342. El museo de arte más antiguo de Portugal. Un paseo por la historia del arte portugués.

Experiencias únicas en Oporto

Paseo en barco rabelo por el río Duero. 

  • Duración: 50 minutosAudioguías en varios idiomas 
  • Precio orientativo: 15-20 €

El paseo recorre los seis puentes de Oporto y permite contemplar la ciudad desde una perspectiva única, con vistas inolvidables.

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