¿Sabías qué? Curiosidades de la basílica del Pilar, la próxima visita de la princesa Leonor

La hija mayor de los reyes Felipe y Letizia tiene una cita histórica este viernes en la catedral zaragozana junto a sus compañeros de la Academia General Militar, un templo que se prepara para la fiesta grande de la ciudad y guarda muchos secretos que quizás no conoces

Por hola.com

La plaza del Pilar es la más grande de Europa, pero no es tan famosa por su tamaño sino por acoger dos catedrales: la original, la Seo del Salvador, escenario de bodas y coronaciones, y la más solicitada, la basílica del Pilar. Este viernes, solo unos días antes de que la ciudad celebre su fiesta grande, tendrá una visitante especial, la princesa Leonor, que se presentará ante la Virgen del Pilar cumpliendo la tradición de los militares de nuevo ingreso en la Academia de Zaragoza. La heredera al trono desfilará primero con su uniforme castrense en la plaza del Pilar y luego en el interior pedirá protección a la patrona, cuya imagen lucirá un manto especial para la ocasión, donado por la institución. Un momento histórico para añadir a todas esas curiosidades sobre la catedral zaragozana que te desvelamos:

  • A las 6.30 de la mañana del 12 de octubre y hasta la noche una serpiente multicolor recorre las calles del centro de Zaragoza. Es la ofrenda floral a la Virgen del Pilar, el acto más multitudinario de las fiestas que se celebran en su honor (del 7 al 15 de octubre) y que acaba a las puertas de la basílica.

Así será el acto de ofrenda floral a la Virgen del Pilar en el que participará la princesa Leonor con sus compañeros de la Academia militar

  • La imagen de la Pilarica, como se conoce a la imagen de la Virgen, es una escultura gótica de madera y solo mide ¡36 centímetros!
  • Francisco de Goya, el zaragozano más ilustre, tenía que tener su espacio en el gran templo zaragozano y sus frescos se ven cubriendo la bóveda del Coreto y la cúpula Regina Martyrum.
  • Un simple pilar es el orígen de la basílica, construida en el mismo lugar en el que la Virgen se apoyó cuando se apareció al apóstol Santiago mientras predicaba a orillas del Ebro. Primero se construyó una capilla para alojar la columna, que es de jaspe, luego una iglesia románica, otra mudéjar y, finalmente, el templo barroco actual.
  • La entrada a la basílica es gratis, pero si se quiere subir a la Torre del Pilar, visitar el Museo Pilarista y el Rosario de Cristal hay que pagar una entrada extra.

  • Cumpliendo una tradición muy arraigada, los niños de Zaragoza son ofrecidos a la Virgen del Pilar, a los que se les pasa por su manto. Al camarín suben acompañados de un infantico (otros niños que atiendn al culto en el coro y en el altar), y, en el caso de los bebés, en brazos de uno de sus progenitores. Hay que apuntarse para reservar cita (mantodelavirgendelpilar.com). No hay aragonés que no tenga su foto de niño con la imagen.
  • Son 20 segundos lo que tarda en subir el ascensor panorámico (más un tramo de escaleras) al mirador acristalado situado en la torre del Pilar, a 80 metros del suelo, y con vistas de 360º sobre la ciudad, el mar de cúpulas y el Ebro.
  • En plenas fiestas de la ciudad, Eduardo Jimeno grabó en 1896 la primera película del cine español. Su título no podía ser más descriptivo: Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza. Tan multitudinaria como aquella escena fue la que se grabó 100 años a las puertas del templo, protagoniza por un grupo de jóvenes actores como Terele Pávez y Massiel.
  • Es raro ver a la Virgen repetir manto, porque tiene ¡más de 500! Y de todos los colores. Algunos días incluso cambia varias veces. Como excepción, tres días al mes (2, 12 y 20) se desprende de él y se ve la talla y la columna forrada de bronce y plata en la que descansa. Los mantos son ofrendas de personas e instituciones (no falta el del equipo local) y los hay de tisú, brocados, terciopelo, raso de seda, papel…

Algo está pasando en Zaragoza, la ciudad en la que va a recalar la princesa Leonor

Planes para comerse Zaragoza, empezando por la mejor tapa de España

  • El Pilar no tuvo desde sus inicios cuatro torres, durante casi dos siglos tenía una única, elevada hasta los 92 metros de altura. La declaración de la basílica como monumento nacional en 1904 impulsó la construcción de la segunda, la que mira al Ebro. Las otras dos son de mediados del siglo XX.
  • Las cintas de colores que se ven colgadas en muchos retrovisores de los coches son un recuerdo que nadie se resiste a comprar cuando visita la catedral, están bendecidas y se le atribuyen cierto carácter milagroso.
  • Las torres tienen nombre propio: Santiago, Nuestra Señora del Pilar, San Francisco de Borja y Santa Leonor. Los dos últimos dedicadas al acaudalado matrimonio zaragozano que las regaló a la ciudad.
  • En uno de los pilares del templo se pueden ver dos de las cuatro bombas que se arrojaron durante la Guerra Civil y que no llegaron a explotar.
  • Un cuerno de guerra de marfil (el olifante de Gastón de Bearn) es la pieza más sobresaliente del Museo Pilarista, junto con el Libro de Horas de Santa Isabel.