Perú, la ciudad perdida entre las nubes

Son pocos los que podrían situar en un mapa Kuelap. Eso indica que todavía existen lugares únicos y apenas conocidos donde poder vivir aventuras excepcionales. Es el caso de esta antigua ciudad preincaica de la cultura de los chachapoyas. Escondida en las montañas amazónicas del norte de Perú, empieza ahora a ser descubierta y a rivalizar con la mismísima Machu Picchu

HOVIAJES Perú
Óscar Checa Algarra

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Uno se siente más cerca del cielo a 3000 metros de altitud. Y en Kuelap, la ciudad de los chachapoyas, “los hombres de las nubes”, más aún. No se llega a ella tan fácilmente, y eso que desde que instalaron un teleférico para salvar el último tramo montañoso resulta más cómodo. Allí abajo, como tatuado en la cordillera, se ve el camino de tierra que hasta hace poco tiempo era la única manera de acceder hasta esta ciudadela perdida en las cumbres andinas del departamento de Amazonas, sin contar el empinado sendero, con un desnivel de 1200 metros, que permite subir a pie.

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Cañón de Kuelap
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Los chachapoyas eligieron con toda la intención la ubicación perfecta de esta ciudad de la que aún no se sabe mucho, pero que, al parecer, servía, principalmente, como lugar de refugio a esta ancestral cultura. Los farallones y precipicios que la rodean, las enormes murallas de 16 metros de altura, las tres únicas entradas al vasto recinto y el hallazgo de miles de proyectiles de piedra apuntan a esa teoría. Aún queda mucho por descubrir, pero lo que se ve es espectacular y está mejor conservado, incluso, que la joya de la corona patria, Machu Picchu. Sí, resulta inevitable compararlas, pero son diferentes. Para empezar, la primera no tiene nada que ver con los incas, aunque acabó bajo el dominio de estos. Y, además, se construyó 500 años antes.

Entre las edificaciones de piedra ha crecido un bosque entero, formando un ecosistema propio en el que viven decenas de especies animales y vegetales, como las bromelias y las orquídeas, y que, junto a la niebla que a menudo se extiende por la cumbre, crean un ambiente de lo más misterioso. Cuando sale el sol todo se transforma, y como la ciudad perdida está situada en lo alto del cerro, desde aquí se divisa el curso de los ríos, las laderas aterrazadas de las colinas cercanas y la sucesión de picudas montañas que se vuelven azules según se alejan en el horizonte.

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En el recorrido por la ciudadela se ven las antiguas construcciones de forma circular y de piedra, que se remataban con un tejado cónico de material vegetal, y algunos edificios o recintos, como El Torreón, El Castillo o El Tintero. Este último pudo servir de observatorio solar.

A unos cien kilómetros de Kuelap se encuentra la cascada de Gocta, otro de los atractivos de este entorno. Es la tercera más alta de Perú, y una de las mayores del mundo, con sus 771 metros en dos tramos. La belleza de este lugar es lo realmente asombroso. Desde el pequeño pueblo de Cocachimba parte el camino hacia Gocta, un sendero que rápidamente se adentra en un bosque y no tarda en convertirse en selva, en nimbosilva o bosque nuboso.

El terreno es resbaladizo y escarpado, lo que hace que en las cuestas se mire con cierta envidia a quienes pasan al lado a caballo. Según nos vamos acercando, el valle se abre y se ve la cascada entre los árboles. Al final, en una enorme hondonada, aparece el agua desplomándose por una pared de roca negra hacia una pequeña laguna formada a sus pies. Es algo hipnótico. Tal vez sea esa sensación la que, hasta hace poco, conseguía que los habitantes de Cocachimba temieran a la catarata. No en vano, la leyenda dice que en la laguna vive una sirena que hechiza a los hombres y los arrastra a las profundidades. Desde luego, el entorno es propicio para que la imaginación vuele.

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Arriba, las llamas se pasean entre los restos de la ciudadela de Kuelap. Abajo, a la izquierda, senderistas por el boscoso camino que lleva hacia la cascada de Gocta. A la derecha, una de sus tres estrechas entradas en rampa y en embudo.

No dejes de...

Visitar el cañón del Sonche. Está a media hora al norte de la ciudad de Chachapoyas, junto al pequeño pueblo de Huancas, conocido por su tradición alfarera. El Sonche es un afluente del Utcubamba y corre por el fondo de este espectacular desfiladero de once kilómetros de longitud, dos de ancho y casi mil metros de profundidad. Desde sus dos miradores se disfruta de esta impresionante cicatriz geológica, acompañado solamente por el silencio y el fuerte viento. Junto al mirador de Huancas se hacen demostraciones de elaboración de cerámica tradicional, usando una técnica rústica que no utiliza torno. Las mujeres han sido las portadoras de este saber, que transmiten de madres a hijas.

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Cañón del Sonche

Guía práctica

Guía práctica

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Cuándo ir

La mejor época, por la ausencia de lluvias,es entre los meses de mayo y octubre.

Cómo llegar

Iberia y Latam vuelan directos a Lima desde Barcelona y Madrid. Desde la capital, la mejor manera de llegar hasta la ciudad de Chachapoyas, en el departamento de Amazonas, es en avión, con la compañía ATSA o con las avionetas de Saeta Perú.

El circuito Perú Ancestral de VIVA TOURS (vivatours.com), de 13 días, incluye, entre otros destinos, Chachapoyas, Kuelap y caminata hastala catarata de Gocta, a partir de 2675 €.

Cómo moverse

Lo más cómodo es establecer Chachapoyas como base, pues está justo entre Kuelap y Gocta. Para visitar la primera hay que desplazarse hasta Nuevo Tingo, que queda a algo más de 100 kilómetros(3 horas en coche o en microbuses).

También se pueden contratar excursiones privadas que incluyen, además, los tickets del teleférico, que tarda 20 minutos en realizar el trayecto. Asimismo, existe un camino por las montañas para ir encoche y una ruta de trekking para aventureros.

La mejor manera de llegar hasta Gocta es contratando un tour privado, a no ser que nos alojemos en Cocachimba. Desde aquí, el camino hasta la catarata se puede hacer a pie (cinco horasida y vuelta) o a caballo. La entrada cuestaunos 5 €, alquilar un caballo, unos 10 €.

Dónde dormir

En Chachapoyas, en LA XALCA HOTEL (laxalcahotel.com), una antigua casona colonial que conserva su espíritu original, pero con un toque moderno, sobrio y minimalista.

En los alrededores de Chachapoyas, en plena naturaleza, está CASA HACIENDA ACHAMAQUI (achamaqui.pe), regida por la sostenibilidad, la cultura y el desarrollo local.

En Cocachimba está el exquisito GOCTA ANDES LODGE (goctalodge.com), un hotel boutique de tan solo 18 habitaciones con vistas.

Dónde comer

En Chachapoyas, EL BATÁN DEL TAYTA es toda una experiencia por su ambiente y sus platos creativos.

En AMAZONIKA (amazonikarestaurante.negocio.site) sirven los mejores pescados, carne que crían ellos mismos y una cerveza artesana.

Para tomar un buen café, de agricultura orgánica, cultivado en el valle de Guayambambay de comercio justo, hay que ir aCaFÉ FUSIONES (cafefusiones.com), en la Ruta del Café de Chachapoyas.

Más información

Turismo de PERÚ, peru.travel


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