Sabía muy bien la nobleza portuguesa elegir lugar para sus vacaciones estivales. Cascais siempre fue un lugar con mucho glamur. Por sus playas, que hoy atraen a los amantes de surf, por su casco antiguo de calles empedradas y tiendecitas de artesanía, sus lujosas villas repartidas por toda la ciudad y su imponente fortaleza. A solo media hora en coche de Lisboa, hoy una excursión ideal desde la capital para descubrir en pareja durante un fin de semana o una escapada de dos días.
En este espectacular tramo de la bahía de la costa de Estoril, elegimos para alojarnos Farol Hotel, una antigua mansión restaurada del siglo XIX reconvertida en un exclusivo hotel de diseño situada en un rincón privilegiado: sobre unos acantilados a orillas del Atlántico. Nos atrae tanto por su ecléctico aspecto exterior, como por los cuidados detalles de su interior. Para descansar, 33 habitaciones. Para disfrutar, una gastronomía exquisita en sus dos restaurantes de lujo –Sushi Design y The Mix– y unas vistas al mar insuperables.
Su propuesta para una escapada romántica inolvidable incluye: 2 noches de estancia en una habitación doble con vistas al mar, desayuno, sangría de saké y chocolates afrodisíacos en la suite a la llegada, un masaje you & me y el uso de bicicletas para un romántico paseo por la costa atlántica. Además, para los más perezosos, el hotel ofrece la posibilidad de hacer el check out más tarde.
El precio, exclusivo para los lectores de ¡HOLA!, es de 380 € por persona en septiembre y octubre y de 300 € en noviembre y diciembre.
Los que quieran un plus a esta propuesta romântica pueden elegir entre estas otras experiencias: Love is in the Air... Un paseo en helicóptero al anochecer; Love is in the Sea... Un paseo al atardecer en un barco privado, con selección de aperitivos del chef; Love is on the Rocks... Una cena privada en el Deck de las Rochas o Private Mix; Love is in the Art... Una cena privada en el Deck de las Rochas o Private Mix con acompañamiento de saxofonista.
Y EN CASCAIS...
48 horas en Cascais, entre clases de surf y talleres de cocina
Siete cosas de Cascais que vuelven locos a los niños
