La princesa Mette-Marit se ha reincorporado al trabajo después de dos días de reposo tras su accidente y ha hablado acerca del mismo a la prensa: "Me di un golpe muy fuerte en la cabeza y todavía me duele todo el cuerpo, fue una conmoción cerebral leve", ha dicho la Princesa en su primera salida pública.
La Heredera noruega no quería abandonar Ucrania, donde se encontraba de visita oficial en calidad de enviada especial del Programa de la ONU para el SIDA (UNAIDS), sin los deberes hechos. Así que tras su convalecencia en el hotel a consecuencia del golpe sufrido el pasado lunes en la cabeza, que le causó una conmoción cerebral y le obligó a suspender casi todo el programa de su visita de tres días, la princesa Mette-Marit se ha desplazado hoy a la escuela escandinava en Kiev.
Un poco pálida, pero sin secuelas visibles, la princesa Mette-Marit recorrió la escuela tranquilamente, calzada con zapatos bajos y andando con mucha prudencia. La Princesa fue recibida con el tradicional saludo con pan y sal. Luego comió un poco y saludó a los niños vestidos con trajes típicos. A continuación, hubo música y baile.
Se trataba de su primera salida, pero no de su único compromiso oficial que ha conseguido cumplir, pese a su baja médica. La princesa Mette-Marit aprovechó su recuperación también para invitar ayer por la tarde a siete jóvenes activistas ucranianos que luchan contra el SIDA y el VIH a visitarla en su suite del Hotel Premier Palace de Kiev, donde mantuvieron una breve reunión.
Una improvisada reunión en Kiev La Princesa había mostrado a través de su portavoz su desilusión por la cancelación del programa de actividades en Kiev, programado desde hacía meses. Por eso, decidió recibir ayer a los jóvenes que habían viajado desde lejos del país para poder estar con ella, informó el diario Aftenposten. "Fue una reunión muy agradable, tenía muy buena cara, aunque seguramente no se encontraba tan bien", declaró Anton Kurafov, uno de los jóvenes, al diario.
La Heredera noruega regresará hoy a su residencia de Skaugum en Oslo, después de pasar dos días de reposo en la capital ucraniana y una última revisión por los médicos en la que se constató que la recuperación iba por buen camino. Aunque la [princesa Mette-Marit] tenía previsto viajar hoy a Londres para una visita privada, cambió finalmente de planes y decidió volar directamente a la capital noruega para descansar con su familia, si bien los médicos le recomendaron descansar aún un día más en Kiev.
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