Marta Luisa de Noruega es de las Princesas más polifacéticas. A sus 35 años, ha ejercido toda suerte de profesiones. Ha sido fisioterapéuta, escritora, contadora de cuentos, cantante y, ahora, será profesora de Parapsicología. La hija del rey Harald, que se ha declarado "clarividente", quiere compartir su don y por ello ha fundado una nueva escuela alternativa bajo el nombre Astarte Education, tomado de una de las diosas más antiguas del Medio Oriente, cuyo fin es enseñar a sus alumnos a contactar con ángeles.
La Princesa, aficionada a las terapias alternativas, explica en la página web cómo cuando era una niña tenía la capacidad de descubrir los sentimientos más profundos de las personas que tenía delante. Recuerda que, de pequeña, conoció a una mujer, a la que le dijo que no debía estar triste por su marido, porque sus problemas se arreglarían, y que la mujer se asustó porque no tenía sentido que la Princesa supiera aquello. "Aprendí a sistematizar mis impresiones y a leer la mente de otras personas, y a través de los caballos aprendí a comunicar con los animales a un nivel más profundo", asegura la princesa Marta Luisa. "Cuidando de los caballos fue como entré en contacto con los ángeles. Luego comprendí el valor de este don y ahora deseo compartirlo con otra gente, quizás contigo", añade en la página web. El precio de la matrícula es de 1.500 euros y el programa dura tres años.
El nuevo negocio de la Princesa ha abierto un polémico debate en Noruega. Algunos ciudadanos, entre los que se encuentra el líder de la Asociación de Cristianos Luteranos, están muy decepcionados por la nueva faceta de la Princesa, ya que no sólo se aleja de la Iglesia, sino también promociona alternativas a la religión. Por otro lado, la Casa Real noruega, completamente al margen del proyecto, no ha querido hacer comentarios sobre la noticia. "La Casa Real nunca hace declaraciones sobre los negocios privados de la Princesa", dijo el portavoz de Palacio. La Princesa, que se ha casado y ha bautizado a sus hijos en la Iglesia noruega, es la cuarta en el orden de sucesión al trono de Noruega y ha abandonado sus títulos y obligaciones oficiales. De manera que sus posibilidades de acceder al trono son muy reducidas.
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