Pero los noruegos no se muestran tan satisfechos con el resultado como lo están la Princesa y su marido, Ari Behn. De hecho, el libro de la pareja, que salió al mercado el pasado 7 de octubre por 51 euros, ha sido desacreditado ferozmente por gran parte de la crítica. "Es una edición postmoderna plagada de consideraciones religiosas, cuentos populares, turísticas y autoretratos reales, envuelta en un rosa chillón, sin ningún gusto, que hace a uno convertirse en republicano sólo de puro miedo", escribe Inge Benzrud de Dagbladet.
No atraviesa, sin duda, una buena racha la princesa Marta Luisa quien, desde que anunciara su boda con el polémico escritor, Ari Behn, ha tenido que hacer frente a críticas y más críticas. Primero, fueron los ciudadanos de Trondheim, la ciudad donde se celebró el enlace, que se quejaron de los excesivos gastos de la boda; después levantaron la voz en contra de la hija del rey Harald algunos sectores de la sociedad noruega que expresan públicamente su desacuerdo a que se aproveche de su rango para fines comerciales como la grabación de un disco, la gira navideña con el Coro de Godspel de Oslo, la lectura de cuentos infantiles en televisión o los seis programas sobre caballos que ha firmado con una cadena de televisión.
El ex primer ministro noruego, Kaare Willoch, fue uno de ellos. Confesó públicamente su disgusto por el uso comercial que Marta Luisa hace de su título real, ya que dificulta la distinción entre sus negocios y la representación oficial de la monarquía .
La Casa Real sale en su defensa
Tras estas declaraciones, la Casa Real se apresuró a aclarar que la Princesa no recibe asignación alguna del Estado, desde primeros de año, y que, como cualquier contribuyente, está sometida al pago de impuestos. Matizó también que Marta Luisa utiliza su título de Princesa en la denominación de su empresa, a efectos administrativos, porque en la sociedad que ella dirige el apellido del propietario debe formar parte del nombre de la misma y ella carece de ellos.
Su hermano, [Haakon de Noruega], y la esposa de éste, [Mette-Marit], que sí reciben, a diferencia de Marta Luisa, una asignación del Estado, están de enhorabuena, ya que su sueldo ha aumentado en estos días un 26%.
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