En una Europa que se divide entre los países que ya han asistido a la proclamación de un nuevo rey -España, Holanda y Bélgica- y los que lo vivirán en los próximos años, Mónaco se sitúa en un contexto propio, ya que Alberto de Mónaco pertenece por edad a la nueva generación de soberanos pero ya tiene a sus espaldas casi trece años al frente del Principado, sin contar el tiempo que ostentó la regencia. En este marco, durante su reciente visita oficial a París, el Príncipe ha hablado por primera vez sobre abdicación y sobre la preparación que están recibiendo Jacques y Gabriella.
Fue en el programa de televisión Le journal des terroires, en el canal de televisión del Senado francés, presentado por Cyril Viguier, en donde Alberto de Mónaco fue preguntado por el “cansancio” que puede llegar a ocasionar una agenda oficial en la que se concentran una media de 400 actos oficiales año. “Depende de la frecuencia de las obligaciones oficiales y de los distintos eventos pero es cierto que puede llegar a producirse un cierto cansancio pero hay tantos temas, una variedad de preocupaciones distintas también y de proyectos que quiero ver realizados, que el Principado también quiere ver realizados, que no me canso nunca, pero físicamente a veces sí”, explicaba el príncipe.
“¿No será el caso de esta mañana?”, preguntó con humor el presentador. “No”, contestó Alberto con una risa y mucha cortesía. Viguier le lanzó entonces la cuestión de si podría llegar el día en el que decidiera dejar el cargo. “Llegará fatalmente un día, que pienso que todo el mundo entenderá si veo que no puedo seguir más. En un momento dado, si Dios quiere que tenga una larga vida, habrá un momento en que no es impensable pasar el relevo”, explicó Alberto de Mónaco matizando que no faltan las opciones para esto. “Está previsto, sin llegar a estar previsto en las normas y las leyes, pero pienso que hoy en día dado el aumento de la esperanza de vida si llega fatalmente un momento en el que si uno tiene dificultades para ejercer esas funciones, no es impensable considerarlo”, afirmó el soberano que a su vez ejerció la regencia en los últimos tiempos del reinado de Raniero de Mónaco.
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En el transcurso de la entrevista y pensando en la próxima generación, el periodista le preguntó al Príncipe si teme que sus hijos estén “demasiado expuestos”. “No creo. Lo hablo muy a menudo con mi esposa, la princesa Charlene, y vamos a procurar que no se produzca una sobre exposición. Aunque todavía son muy jóvenes intentamos asociarles, poco a poco, a distintos eventos. Todo el mundo pudo verlos hace algunos días en los festejos de Santa Devota. Es algo que hay que hacer con calma, llevarles poco a poco a la vida pública, tienen que aprender a estar cómodos en presencia de varias personas”, explicó.
“No, no soy un padre preocupado pero vamos a tener que protegerles. Es importante que tengan una buena educación, en primer lugar en Mónaco, por supuesto, participando al mismo tiempo en distintos eventos, en distintos acontecimientos públicos para que no estén desprevenidos cuando tengan la edad de asumir algunas responsabilidades”, responde el Príncipe cuando le preguntan si es un “padre preocupado”. Alberto de Mónaco también tuvo ocasión de reflexionar en el programa -una aparición excepcional por otro lado, ya que es poco habitual que conceda entrevistas en televisión- sobre sus años como jefe de Estado y de repasar la evolución de algunos de sus proyectos principales, entre los que está la expansión de Mónaco hacía el mar.
