Hasta la fecha el príncipe Guillermo, Hederedero al Gran Ducado de Luxemburgo, se ha dejado ver en público en contados actos oficiales, unas de esas pocas ocasiones a las que nunca falta (desde 2002) es la Gran Gala de Premios de la Cámara de Comercio Luxemburguesa en los Estados Unidos. El hijo mayor de los grandes duques Enrique y María Teresa volvió a viajar la pasada semana a Nueva York, en su condición de Presidente de Honor de la asociación Luxemburgo para empresas, para asistir a dicha entrega y hacer negocios con la promoción empresarial del país europeo.
El galardón, que se otorga cada dos años y distingue a compañías internacionales con sedes en Luxemburgo, ha recaído esta edición en la empresa Husky Injection Molding Systems. El Heredero estuvo acompañado por el Ministro de Comercio Exterior luxemburgués, Jeannot Krecké, y conversó con importantes figuras de la sociedad neoyorquina durante esta velada, que sirve de punto de encuentro para empresarios de diversos sectores y de plataforma para promover el interés y facilitar la información sobre las ventajas de instalar sus oficinas en Luxemburgo.
Este ha sido el último acto oficial en solitario, pero semanas atrás estuvo en Barcelona acompañando a la Gran Duquesa de Luxemburgo con motivo del Encuentro Internacional por la Paz, organizado por la comunidad de San Egidio, que reunió a quinientos representantes de diferentes religiones bajo el lema: “Convivir en un tiempo de crisis. Familia de pobres, familia de Dios”. La agenda del Príncipe crece y su responsabilidad como Heredero al Trono, también. Ley de monarquía.