Los restos mortales de Isabel II reposan en el Palacio de Buckingham antes de descansar para siempre junto a su marido, el duque de Edimburgo, sus padres y su hermana, la princesa Margarita. Su féretro ha regresado al que fue su hogar durante décadas, donde se ha reunido toda la Familia Real británica, con el príncipe Carlos, su esposa, la reina consorte Camilla, y los príncipes de Gales Guillermo y Kate, a la cabeza. La soberana, la más longeva del país y la segunda monarca con el reinado más largo en toda la historia, ha sido despedida en la intimidad por los suyos.
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Horas antes del regreso de Isabel II, las multitudes, que se han echado a la calle y se han volcado con el homenaje. Se contaban por decenas las personas que se han agolpado en los alrededores del Palacio de Buckingham y durante todo el recorrido desde el aeropuerto hasta el centro, para ser testigos de este momento histórico y del fin de un reinado excepcional. Ni la lluvia que ha caído durante toda la tarde ni la oscuridad de la noche sobre la ciudad han ahuyentado a los muchos ciudadanos que han querido ver el último recorrido por la ciudad de la que fuera su Reina. A su llegada, una enorme ovación ha recibido al coche funerario en las puertas de Palacio.
El rey Carlos, la reina Consorte Camilla, la princesa Ana, con su marido, sir Tim Laurence; el príncipe Andrés, los condes de Wessex, los príncipes de Gales, los duques de Sussex, Eugenia y Beatriz de York con sus respectivos maridos y el resto de nietos de la Reina y sus sobrinos Lady Sarah Chatto y el conde Snowdon han participado de esta emotiva reunión.
El féretro ha sido custodiado por la Guardia de Honor y de allí ha sido llevado por un batallón de la Guardia de Granaderos a la Bow Room donde se ha colocado sobre dos caballetes en el centro de la sala. Con los Windsor también ha estado la reverenda Sarah Mullaly, deán de las capillas reales, que ha dirigido las oraciones. Un grupo de capellanes reales, designados por la Reina, han hecho la vigilia.
Los Reyes, que desde que se produjo el fallecimiento de la reina Isabel el pasado 8 de septiembre no han parado de participar en actos y viajar por el país, han regresado este mismo martes por la tarde de Irlanda del Norte en su primer viaje desde la proclamación de Carlos de Inglaterra como soberano. A principios de esta semana estuvieron en Escocia.
El cuerpo sin vida de Isabel II ha vuelto a casa tras pasar un día en Edimburgo, donde además de un servicio de acción de gracias que tuvo lugar en la catedral de St. Giles y una vigilia posterior, el rey Carlos participó en varios ceremonias ya como nuevo monarca británico. Posteriormente, la princesa Ana y su marido acompañaron el ataúd desde la seo hasta el aeropuerto en un cortejo fúnebre que discurrió por carretera, para que después fuera transportado a Londres en un avión G-17 Globemaster, que se usó recientemente para llevar ayuda humanitaria y armas a Ucrania.
En la base aérea RAF Norholt, al oeste de la capital londinense, ha aterrizado el avión con los restos de la madre de Carlos III y ha sido transportado en un coche fúnebre y escoltado por varios agentes motorizados por la carretera estatal A40, siguiendo su ruta por Eastbourne Terrace, Lancaster Gate, Bayswater Road, Marble Arch, Park Lane, Hyde Park.
Arrancan las despedidas de los británicos
Un día después, este miércoles, el féretro, que siempre ha estado cubierto por el estandarte real y por una corona de flores blancas, será llevado a Westminster Hall, el más antiguo de los más de mil salones que tiene el Palacio de Westminster, sede de la Cámara de los Lores y de los Comunes, el Parlamento británico. Allí permanecerá durante cuatro días para que los londinenses puedan mostrar sus respetos a su querida Reina. Se calcula que al menos 400.000 personas desfilarán delante del ataúd.
El lunes a las 12:00 horas españolas tendrá lugar el funeral de Estado en la Abadía de Westminister en el que además de los miembros de la Familia Real británica se espera que acudan dignatarios, primeros ministros, presidentes y representantes de las Casas Reales de todo el mundo, entre ellos don Felipe y doña Letizia así como don Juan Carlos y doña Sofía.
