El próximo 31 de agosto se cumplen 25 años de su fallecimiento

Diana de Gales, el eterno punto de encuentro de los príncipes Guillermo y Harry en medio de sus desavenencias

Cada uno a su manera, pero el recuerdo a su madre siempre será el lugar en el que coincidan los dos hermanos, incluso cuando sus caminos están más separados que nunca

Por L.F.S.

Quedan pocas cosas ya que consigan unir a los príncipes Guillermo y Harry, más distanciados que nunca. Una es la Reina, a la que ni la versión más díscola del duque de Sussex ha dedicado jamás una mala palabra, y la otra es, sin duda, su madre, Diana de Gales. Su recuerdo siempre pertenecerá a ambos, aunque ya no intenten homenajearla de forma conjunta. El próximo 31 de agosto se cumplirán 25 años del accidente que acabó con la vida de la Princesa y que marcó a sus hijos para siempre. La huella de Diana es y será imborrable y aunque se manifieste de forma diferente en dos hermanos cuyas vidas caminan en sentidos opuestos, siempre acabarán cruzándose en la eterna figura de su madre. 

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La última vez que escenificaron un frente común a la hora de homenajer a la princesa de Gales fue en julio del pasado año, cuando habría cumplido 60 años. El príncipe Harry viajó a Reino Unido -no lo hacía desde el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo tres meses antes- y los dos hijos de Carlos de Inglaterra inauguraron una estatua en honor a Diana en los jardines de Kensington. El encuentro fue frío y breve y solo el Jubileo de platino de Isabel II, el pasado mes de junio, consiguió volver a reunir en un mismo espacio a los dos hermanos. 

No obstante, ninguno de ellos ha eludido participar en cualquier acto en recuerdo de su madre que se haya organizado. Eso sí, siempre por separado. Seis meses después de su reencuentro en Kensington, los dos quisieron conocer a los galardonados con el Premio Diana, que cada año reconoce el trabajo de jóvenes innovadores dispuesto a cambiar el mundo con sus ideas. El príncipe Guillermo recibió a los premiados en el palacio de Kensington, mientras que el príncipe Harry contactó con ellos a través de una videollamada desde California, donde vive con su mujer, Meghan Markle, y sus dos hijos. 

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Al año siguiente, es decir, el pasado 1 de julio, el cumpleaños de Diana de Gales volvió a ser motivo para recordar a la Princesa, en esta ocasión a través de una ceremonia virtual en la que se entregaron los citados premios. El duque de Sussex participó a través de un vídeo en el que reflexionó sobre el legado de su madre y su historia, que tanto condicionó la suya propia: "Espero que nos tomemos más tiempo, no solo para recordar cómo vivió, sino para reflexionar sobre la vida que continúa llevando a través de tantos, incluidos los jóvenes que están con nosotros hoy. Mi madre me inculcó su impulso para hablar y luchar por un mundo mejor. Y ahora, como esposo y padre, su voz es aún más necesaria en mi vida”.

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En esta ocasión no coincidieron ni en fondo ni en forma. El duque de Cambridge escribió una carta que fue leída en voz alta durante la ceremonia en clave mucho menos personal que su hermano y más centrada en el trabajo de los jóvenes premiados: "Realmente son la personificación del legado de mi madre, sé que estaría muy orgullosa de todos vosotros. Creo que no hay mejor manera de celebrar su vida y trabajo que reconociendo a las personas increíbles que dedican tanto tiempo y esfuerzo a ayudar a los que les rodean". El príncipe Guillermo marca distancias con la cercanía y estilo informal que cada vez acentúa más un Harry liberado de los corsés palaciegos. El hijo mayor de Carlos de Inglaterra es el segundo en la línea sucesoria y, aunque en absoluto tiene un estilo especialmente distante ni anquilosado, sus intervenciones sí denotan que él no renunció a su destino. 

El príncipe Guillermo se prepara para ser rey algún día y lo hace siguiendo muchas de las enseñanzas de su madre y también con el estilo heredado de la que fue llamada princesa del pueblo por el gran cariño que le profesaban los ciudadanos. Su hermano menor, en cambio, dejó sus obligaciones reales buscando un cambio de vida para él y para su familia, en un movimiento arriesgado, pero tambien valiente, en el que también se puede ver a Diana como faro. Es muy probable que la princesa de Gales hubiese apoyado a sus dos hijos incluso en las decisiones que les han separado, pero lo último que hubiera deseado es que acabaran dándose la espalda. "Hemos pasado juntos por el inferno, pero ya sabes, estamos en caminos diferentes", decía el príncipe Harry. Dentro de unos pocos días, los dos harán una parada en sus caminos.