El príncipe Guillermo y su esposa, la duquesa de Cambridge, continúan este lunes con su gira por el Caribe con motivo del Jubileo de platino de Isabel II. La agenda de su tercer día en tierras caribeñas prosigue en Belice, en su último día en el país centroamericano antes de dirigirse a Jamaica, y la han comenzado como dos exploradores aventurándose en la selva del país con una visita a Caracol, una ciudad maya de la época precolombina que ha sido designada como una reserva arqueológica y que está ubicada en el distrito Cayo. Después de recorrer los rincones de esta magnífica joya, se han cambiado de atuendo para despedirse del país como se merece, en una recepción en las ruinas mayas de Cahal Pech ofrecida por la gobernadora general de Belice, Froyla Tzalam.
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La jornada la comenzaron con ropa cómoda para un largo día descubriendo la cultura, las costumbres y la naturaleza del país. La Duquesa eligió un conjunto sport compuesto por un pantalón en color caqui, una camiseta básica blanca y unas zapatillas en el mismo tono para recorrer cada centímetro del entorno. Por su parte, el Príncipe optó por un pantalón y una camisa en color verde, con las mangas remangadas para protegerse del calor caribeño. La pareja recorrió las ruinas del reducto maya ubicado en el parque de Chiquibul, donde admiraron Caana, la estructura artificial creada por el hombre más alta del país, conocida como el "Palacio del cielo", con una altura de 141 pies, y que fue erigido para que los sumos sacerdotes y gobernantes de la comunidad pudieran estar más cerca del cielo.
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Caracol fue una vez el centro de la vida en las estribaciones de las Montañas Mayas y se cree que la zona estuvo ocupada ya en el año 1200 antes de Cristo. Los duques de Cambridge recibieron toda la información sobre la historia del impresionante lugar y se mostraron muy interesados en todo lo que veían a su paso. Visitaron Caracol junto al director de arquitectura de Belice, Allan Moore, quien les enseñó, entre otras cosas, el lugar donde los mayas solían practicar juegos de pelota y respondió a todas las dudas o preguntas que les surgieron. También les enseñó diferentes tallas que representaban a lagartijas, peces mordisqueando nenúfares y uno con forma felina que podría ser un jaguar, que los Duques observaron con curiosidad.
Los duques de Cambridge subieron por la estructura para alcanzar la cima, mimetizados en la inmensa edificación en la que se veían diminutos dando idea del tamaño de la construcción. Un largo y duro camino en el que el nieto de Isabel II bromeó con Allan Moore, y le comentó: "¡Debes estar muy en forma si haces esto tres veces por semana, Allan!". Desde lo más alto contemplaron la majestuosidad de la ciudad y del paisaje. Otra de las anécdotas de la visita también la protagonizó el príncipe Guillermo, quien se dio cuenta de que estaban rodeados de fotógrafos. "Tenemos un grupo en un lado y otro en el otro. Unos están saliendo en las fotografías de los demás", observó entre risas.
Los duques de Cambridge también exploraron la reserva forestal de Chiquibul, que rodea Caracol. Se trata del mayor parque nacional del país, donde las fuerzas armadas británicas y sus socios internacionales se entrenan y que está situada en la selva profunda de Belice. De hecho, fue en la base de Batsub, ubicada en este lugar, donde el propio Duque siguió entrenamiento militar hace dos décadas. El príncipe Guillermo y su mujer, la duquesa de Cambridge, terminaron la jornada con una recepción en el campamento maya de Cahal Pech, finalizando así su estancia en el país. La duquesa de Cambridge escogió un vestido fucsia brillante con unos llamativos pendientes en forma redonda y un clutch con motivos geométricos en blanco y negro. El príncipe Guillermo y Kate tuvieron la oportunidad en esta velada de conversar con miembros de la comunidad y el gobierno y de agradecer las muestras de cariño que han recibido durante esta visita que, como dijo el príncipe Guillermo, les ha sabido a poco.
"Estoy honrado de expresar los mejores deseos de mi abuela, la Reina de Belice, con ocasión de su Jubileo de Platino. Siempre habla con mucho cariño de sus visitas a Belice, que incluyeron por supuesto una parada aquí, en Cahal Pech, en 1994. Y también mencionó algo acerca de un gibnut (un animal típico del país). Catherine y yo estamos conmovidos por el cálido recibimiento que nos han dado los habitantes de Belice. Nos habría gustado quedarnos más tiempo" dijo el príncipe Guilermo en su breve discurso. La próxima parada de los duques de Cambridge en este viaje será Jamaica desde donde después irán a las Bahamas. Su periplo termina el día 26 de marzo.
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