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Ya es oficial, hay un soltero menos en las cortes europeas. El Palacio de Kensington ha emitido un comunicado oficial en el que denuncia la campaña de acoso que se está haciendo a Meghan Markle, a la que el Palacio se refiere como la “novia” del príncipe Harry. En el comunicado se advierte que la pareja lleva "unos pocos meses una relación" y que "no es justo" que la Sra Markle se vea sometida a una "ola de abusos y acoso". Además se recuerda que el Príncipe rara vez habla de estos temas pero que "la semana pasada ha visto una línea cruzada". En definitiva, el Príncipe -que se siente decepcionado por no poder protegerla- y la Casa Real salen al rescate de la actriz, que todavía no se ha pronunciado sobre las palabras de Kensington.
"Desde que era joven, el príncipe Harry ha sentido el cariño que el público siente por él y se siente afortunado de que tener a tanta gente que lo apoya y es consciente de que tiene una vida afortunada y privilegiada", cuenta un comunicado que admite que el nieto de la Reina de Inglaterra y quinto en la línea de sucesión a la trono británico comprende que su vida despierte interés. "Rara vez se ha tomado la decisión publicar sobre las historias falsas que se escriben sobre él y ha trabajado duro para desarrollar una relación profesional con los medios de comunicación, centrado en su trabajo y en las cuestiones que son importantes para él”.
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"Pero la semana pasada una línea ha sido cruzada. Su novia, Meghan Markle, ha sido objeto de una ola de abusos y acoso", cuentan antes de explicar que no todo ha salido a la luz. "Alguno de ellos públicos: una calumnia en la primera página de un periódico nacional; matices raciales en algunos artículos de opinión y un sexismo y racismo rotundo por algunos trolls de las redes sociales y de los comentarios en artículos online...”.
“Otras situaciones se han ocultado al público: las batallas legales cada noche por mantener esta historia de difamación fuera de los medios; su madre ha tenido que luchar contra fotógrafos para entrar en su casa; los intentos de fotógrafos y reporteros de entrar en su casa con las consecuentes llamadas a la policía; los cuantiosos sobornos que los medios han ofrecido a su exnovio y el bombardeo a casi todos sus amigos, compañeros de trabajo y seres queridos en su vida”, enumera un comunicado que desvela como han sido las últimas semanas en la vida de la nueva novia de Harry.
"El Príncipe Harry está preocupado por la seguridad de la señorita Markle y profundamente decepcionado por no haber sido capaz de protegerla. No es justo que en los pocos meses de relación con ella la señorita Markle deba ser objeto de este aluvión. Él sabe que dirán que este es ‘el precio que ella tiene que pagar’ o que ‘todo esto forma parte del juego’. Él está totalmente en desacuerdo. Esto no es un juego: es su vida y la de ella.”, reza el texto publicado por el departamento de comunicación del hijo de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales.
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"El Príncipe ha pedido que este comunicado sea publicado con la esperanza que aquellos que han estado dirigiendo esta historia paren y reflexionen sobre el daño que se ha hecho. Sabe que es poco habitual el dar un comunicado de este tipo pero espera que la gente con una moral justa entienda porqué ha sentido la necesidad de hablar públicamente". Con estas palabras termina un comunicado largo, contudente y, como él mismo reconoce muy poco común, por parte de Harry.
El amor entre Harry y Meghan salió a la luz a finales de octubre, se habían conocido por unos amigos en común y entonces se advirtió que el Príncipe estaba "perdidamente enamorado" de ella. Meghan Markle tiene 35 años, dos más que Harry, es hija de madre afroamericana y padre de ascendencia holandesa. Está divorciada. Se casó con Trevor Engelson en 2011 y se separó dos años después. Además de protagonizar Suits ha participado en series como Castle, The League, Fringey 90210. En la pantalla grande ha trabajado en Recuérdame (2010), con Robert Pattinson, y en Cómo acabar con tu jefe (2011), con Jennifer Aniston.
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