Las Olimpiadas no comienzan hasta mañana, pero el equipo real británico de los Duques de Cambridge y el príncipe Harry ya se ha puesto a calentar. La duquesa Catherine ha estado entrenando su papel como embajadora olímpica a lo largo de los últimos seis meses y finalmente hoy ha saltado al terreno de juego en un partido de ping-pong en la Universidad de Bacon de Greenwich.
A pesar de que la esposa del príncipe Guillermo lució para la ocasión vestido gris y zapatos de cuña, lo dio todo en el encuentro. Su presencia, como la de sus acompañantes, tenía como objetivo apoyar el lanzamiento de un nuevo proyecto deportivo en el sureste de Londres para formar a la próxima generación de entrenadores deportivos. No queriendo ser menos que la duquesa Catherine, el príncipe Harry practicó su puntería con los jóvenes jugadores de baloncesto del centro.
Por la tarde, el trío real estará en el Palacio de Buckingham para ver pasar la antorcha olímpica en la víspera de los Juegos Olímpicos. Será un momento particularmente conmovedor para la Duquesa, que tiene previsto reunirse con el heroico portador de la antorcha Jon Sayer, de 33 años, a quien nombró especialmente para la ocasión.
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