El príncipe Guillermo de Inglaterra: 'oficial y caballero'

Aunque no estaba prevista su presencia, Kate Middleton asistió orgullosa a la ceremonia de graduación como piloto del futuro Heredero

Por hola.com

Cuando el príncipe Guillermo recibía hoy sus alas de piloto de las Fuerzas Aéreas de Reino Unido, contemplaba la escena llena de orgullo una invitada muy especial: su novia, Kate Middleton, que estaba entusiasmada de compartir la feliz ocasión con él. Aunque días atrás se pensaba que Kate no asistiría a la ceremonia de graduación del primogénito del Príncipe de Gales, la joven no quiso perderse un acontecimiento tan importante en la vida de su chico.

Se trata de la primera vez que la novia del Príncipe asiste a un acontecimiento oficial de relavancia desde la graduación de Guillermo en Sandhurst en diciembre 2006 y después de su ruptura en abril de 2006 y posterior reconciliación en el verano pasado. Un gesto que, tras la reciente escapada de la pareja a Klosters junto al príncipe Carlos y la invitación de la joven al enlace del nieto mayor de Isabel II, Peter Phillips, con su prometida, Autunm Kelly, vuelve a poner de manifiesto la formalidad de la relación.

Dos invitadas de excepción
El orgullo y la admiración de Kate, muy elegante con un abrigo marfil, asomaba a sus ojos y a su sonrisa cuando caminaba al lado del piloto recién graduado, y especialmente en el momento crucial de la ceremonia en Cranwell, cuando el [Príncipe de Gales] prendía la insignia de las alas al uniforme de las Fuerzas Aéreas de su hijo. "Para los que vuelan hoy, estas insignias son la distinción más prestigiosa y codiciada", dijo el Comandante Jefe de escuadrilla Nigel Wharmby. "A todos los graduados, yo les digo: 'Recordad este día con gran orgullo y alegría, vosotros definitivamente os lo habéis ganado".

Tampoco quiso perderse el acto Camilla, la esposa del príncipe Carlos, que eligió para la ocasión un conjunto de vestido y abrigo a juego en tonos azules. Aunque lo que más destacó en la Duquesa de Cornualles fue su sonrisa y su magnífico sentido del humor. Camilla, más que nunca, puso al mal tiempo buena cara y no permitió que el viento y la lluvia empañaran la alegría que sentía en uno de los días más importantes en la vida del primogénito de su marido.