La idea de quedarse en casa llorando penas no va con la manera de pensar ni de ser de Kate Middleton. Así lo dice y así lo ha demostrado desde que, el pasado abril, se anunció su ruptura con el príncipe Guillermo. Kate es una persona muy segura de sí misma y sabe muy bien hacia dónde va y lo que quiere. Lo que tampoco significa que se vaya a "echar en brazos" del primero que llegue. De hecho, aunque en esto del corazón nunca se sabe, Kate ha sido absolutamente explícita con las personas que la rodean cuando les ha dicho que, de momento, no quiere comprometerse con una nueva relación seria y que tiene toda la vida por delante. Kate, que está dispuesta a disfrutar de su juventud y de su posición, después de haber sido durante años la perfecta y discreta novia de Guillermo, parece divertirse más que nunca al haberse liberado de la preocupación y carga que supone no dar un paso en falso que pueda dañar la imagen de la Monarquía mostrándose en una actitud inapropiada. Libre de ataduras y de compromiso, la ex novia del príncipe Guillermo, Kate Middleton está resuelta a "vivir la vida a tope" - así lo ha dicho la autora Louise Hannah y su círculo de amigos- sin tener que preocuparse por el qué dirán cada vez que sale de su casa de Chelsea. Un piso que le regalaron sus padres, Carole y Michael, y que comparte con su hermana Pipa. De todas esas salidas nocturnas ha sido la cita de con el heredero de navieras Henry Ropner, de 25 años, ex novio de Jecca Craig; ex a su vez del Príncipe Guillermo (salieron juntos unos meses después de que Jecca y Henry rompieran); ex compañero escolar de Guillermo en Eton; y también, de la pareja en la Universidad de Edimburgo donde estudiaron los tres, la que más ha dado que hablar.
En el mismo círculo, en los mismos lugares Henry, también de 25 años, que había desaparecido del panorama "rosa" en los últimos años por deseo propio, ha vuelto a reaparecer orgulloso al lado de su amiga Kate Middleton para escoltarla durante alguna de sus salidas nocturnas por los clubes de la ciudad, pero informando, para evitar malos entendidos que "Somos amigos, no novios". Una aclaración que los medios de comunicación no han sacado de su contexto aunque no hayan podido evitar sugerir que si Guillermo consoló a Jecca después de su ruptura con Henry - es normal que se rumoree que es ahora el heredero de navieras "el que le ha devuelto la pelota" escoltando a Kate en uno de los locales "reales" favoritos del Principe Guillermo: el Mahiki. Para Kate está claro cuál es su futuro inmediato, además de cumplir con sus horarios laborales y sus compromisos familiares: "Sólo estoy disfrutando de la vida, eso es lo que voy a hacer: vivir la vida a tope." Para Guillermo, aunque desde que nació, ha sido educado para ser coronado Rey de Inglaterra, el día a día no resulta tan fácil. Además de la larga lista de nombres que le han colgado ya como su lista de conquistas, ha tenido que afrontar el hecho de que la mayoría piense que la ruptura ha venido provocada por él y que Kate es una víctima. Una situación a la que se ha enfrentado recientemente al contar al periodista Matt Lauer, de la televisión de "US TV", en una respuesta que no estaba incluida en el guión de los funcionarios de Clarence House: que "la ruptura no se debió a los medios sino que sólo fue algo entre ellos."
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