El Ministerio de Defensa ha anunciado que todavía no hay nada decidido al respecto, pero, según el diario The Sun, Chelsy Davy ha asegurado a sus amigos que su novio, el [príncipe Harry], irá a la guerra. De ser así, el hijo pequeño del Príncipe de Gales sería convocado para integrar las filas de las tropas británicas apostadas en Iraq, como parte de su regimiento Blues and Royals de la Guardia Real, cuyo despliegue se espera allí en primavera. En caso de que el Príncipe sirva finalmente en la zona del conflicto, Chelsy Davy se dedicará a viajar por el mundo junto a su hermano mayor, Shaun. "Harry y Chelsy odian pasar tiempo separados y su viaje es la única manera de soportar los días que él pasará luchando", declaró un amigo de la pareja al rotativo.
"No quiero quedarme en casa mientras mis colegas luchan" Por su parte, el príncipe Harry ha expresado en más de una ocasión su intención de servir con su regimiento en una zona de conflicto tras su graduación como oficial y que tal decisión implicar asumir el riesgo de ser enviado a primera línea de fuego. "No voy a pasar por la academia militar de Sandhurst para después quedarme en casa haciendo el vago mientras mis colegas luchan por mi país en Iraq", declaró el pasado mes de febrero. Entonces se llegó a decir que el Príncipe se uniría a la primera Brigada Mecanizada del Ejercito, que se desplazaría el año que viene a Basora, y que tendría el rango de corneta, equivalente a segundo lugarteniente, con doce soldados y cuatro tanques ligeros a su mando. Una información que fue considerada por un portavoz de Defensa como una "absoluta especulación".
Los últimos comentarios de Chelsy a sus amigos sobre el posible reclutamiento del Príncipe en la próxima primavera han vuelto abrir en la calle el debate sobre la "cuestionable" conveniencia de que el segundo hijo del Heredero al Trono británico vaya a la guerra. La delicada decisión de convocarle o no la tomará el propio jefe del Estado Mayor del Ejército británico, el general Richard Dannat.
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