Una multitud de 2.000 conciudadanos -mucho mayor que la de años anteriores- se trasladó el pasado domingo a la iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham House, en el este de Inglaterra, donde los Windsor se reúnen cada año, para felicitarles por Navidad. Y, por una vez, los más solicitados no fueron los príncipes Guillermo y Harry, sino Camilla, que participaba por primera vez en las celebraciones y ceremonias navideñas de la [Familia Real inglesa].
La Duquesa, que lució para la ocasión un abrigo azul brillante de Roy Allen y un sombrero emplumado de Phillip Treacy, no se mostró nada nerviosa en su debut navideño como miembro de la Familia Real. A diferencia de sus primeras apariciones públicas, se desenvolvió como pez en el agua entre la multitud, riendo, charlando y aceptando los numerosos ramos de flores con los que la obsequiaban sus conciudadanos. Y es que entre la infinidad de admiradores congregados la mañana de Navidad en Sandringham eran muchos los que habían viajado para ver especialmente a Camilla, que fue bombardeada con fotos, autógrafos y apretones de manos. "No vi una multitud así desde hace mucho tiempo, y creo que todo el mundo vino a ver a Camilla", declaró Mary Relph, una jubilada que vive en la zona. "Ella fue la estrella del acto, incluso más que el [príncipe Guillermo]", añadió la misma fuente.
Sin mencionar a Camilla Aparte del príncipe Carlos y de su esposa, la Duquesa de Cornualles, asistieron a la ceremonia en Sandringham el Duque del Edimburgo, la princesa real Ana, el Duque del York, y los Condes de Wessex. Se unieron a ellos también los príncipes Guillermo y Harry, hijos del [Príncipe de Gales]; el primogénito de la princesa Ana, Peter Phillips; el esposo de la Princesa Real, Almirante Timothy Laurance, y la hija pequeña del Duque de York, la princesa Eugenia. La Reina, que vistió un conjunto de abrigo y sombrero de color rosa palo, llegó al servicio por separado en un coche con la Condesa de Wessex y la princesa Beatriz, hija mayor del Duque de York. En esta ocasión, Zara Phillips no se unió a la [Familia Real inglesa] en el oficio religioso. Un amigo de la familia dijo que ella pasaba el Día de Navidad con su novio, el jugador de rugby Mike Tindall.
Después del almuerzo y el servicio religioso, los Windsor, a excepción de Camilla, que fue a visitar a sus hijos, Tom y Laura Parker-Bowles, fruto de su primer matrimonio, asistieron al tradicional mensaje de la Reina para Navidad. Un discurso, el único que escribe la soberana sin consultar al Gobierno, en el que recordó las múltiples tragedias que sacudieron al planeta durante 2005 y en el que hizo un reconocimiento a la "admirable" respuesta humanitaria por parte de personas de diferentes religiones. La [reina Isabel] no hizo referencia a la boda del príncipe Carlos ni una nimia mención durante su intervención navideña a la incorporación de Camilla a la familia. No obstante, la Duquesa de Cornualles fue tan estrella como la Reina, el Príncipe de Gales, y los príncipes Guillermo y Harry en su debut en el tradicional servicio de Navidad.
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