El príncipe Harry pide disculpas a la máxima autoridad de la comunidad judía británica

Por hola.com

Última revisión: 2012-04-05 por Dr. Luis Miguel Clemente Ramos

¿Qué es la circuncisión?

La circuncisión es un procedimiento quirúrgico que implica la extirpación total o parcial del prepucio del pene. Los primeros testimonios de la circuncisión aparecen en antiguas pinturas egipcias de más de 5.000 años de antigüedad.

¿Es frecuente la circuncisión?

Alrededor de la quinta parte de los hombres de todo el mundo han sido circuncidados, sobre todo por motivos religiosos y culturales, en que el procedimiento se realiza poco después del nacimiento, o en la pubertad. Aunque hay adultos que se someten a la circuncisión como un acto de devoción religiosa, la circuncisión a esta edad se realiza normalmente por razones médicas.

En la actualidad, alrededor del 80% de los varones estadounidenses ha sido circuncidado, en su mayoría por motivos no religiosos. La frecuencia de la circuncisión en los recién nacidos se ha reducido en los Estados Unidos (de un 90% en los años 50 a cerca del 60% hoy en día). En Corea, más del 90% de los hombres se someten a la circuncisión, generalmente en la adolescencia o primera juventud. En 1948, en el Reino Unido se circuncidaba al 20% de los niños poco después de su nacimiento; en 1975 tan sólo se circuncidó al 6% de los niños nacidos. En España esta práctica no es tan frecuente como en Estados Unidos.

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¿Por qué se realiza la circuncisión?

Las razones para la circuncisión se engloban en tres grandes grupos:

  • Circuncisión por una indicación médica directa aa
  • Circuncisión para prevenir futuras enfermedades aa
  • Circuncisión como acto de devoción religiosa. aa

Prepucio no retráctil en niños

En contra de la creencia popular, en casi ningún niño recién nacido se puede retraer el prepucio (retirarlo hacia atrás). Aunque lo hagan con su mejor intención, los padres no deben intentar limpiar bajo el prepucio hasta que éste no sea totalmente retráctil por sí mismo, puesto que los intentos de retirar hacia atrás un prepucio no retráctil pueden producir dolor o incluso heridas.

Aproximadamente el 50% de los niños de un año tienen un prepucio no retráctil, así como el 30% de los niños de dos años, alrededor del 10% de los de 4 años y cerca del 5% de los de 10 años. Este pequeño porcentaje en los que persiste el prepucio no retráctil tiene mayores posibilidades de desarrollar fimosis, pero esto no es motivo para la circuncisión.

Fimosis

Entre el 1% y el 1,5% de los niños presentarán fimosis al cumplir los 17 años. En esta dolencia, la abertura del prepucio es muy estrecha, impidiendo su retracción. Cuando la piel del prepucio es normal y la incapacidad de retraerlo no causa problemas en las relaciones sexuales ni infecciones recurrentes, no es necesario intervenir.

Algunas veces, el borde del prepucio tiene un color blanquecino, aspecto de cicatriz, poca elasticidad y no se arruga al retraerlo. Estas alteraciones del prepucio se conocen como balanitis xerótica obliterante; en la mayoría de los casos es aconsejable la circuncisión.

Los síntomas pueden incluir:

  • Irritación o sangrado en el borde del prepucio aa
  • Escozor o dolor al orinar (disuria) aa
  • Incapacidad para orinar (retención urinaria aguda o, en ocasiones, crónica). aa

Balanopostitis aguda

Esta dolencia provoca enrojecimiento e hinchazón del prepucio, junto con aparición de pus en el espacio situado entre el prepucio y el glande. A veces, todo el pene está hinchado e inflamado. Entre el 3 y el 10% de los niños padecerá este trastorno, dependiendo de cómo se defina la dolencia. La balanopostitis constituye, en raras ocasiones, el primer síntoma de diabetes. Si no existe de forma evidente una causa que lo produzca, el único tratamiento necesario consiste en adoptar simples medidas de higiene, tomar un calmante suave y no retirar el prepucio. En la mayoría de los casos, el paciente se recupera sin más intervención. La circuncisión sólo se realiza cuando el trastorno es recurrente y resulta molesto.

Parafimosis

Esta dolencia se produce cuando se retira hacia atrás el prepucio enérgicamente por detrás del surco coronal del glande o cabeza del pene sin volver a colocarlo después en su sitio. El prepucio actúa como un torniquete apretado alrededor del glande, produciendo un intenso dolor. Esta dolencia puede tratarse a veces apretando firme pero suavemente el glande atrapado, hasta que el prepucio pueda deslizarse de nuevo sobre él. Si esto no es posible, hay que reducir la parafimosis incluso con anestesia local. La circuncisión a veces es necesaria en estos casos.

Circuncisión por una indicación médica directa Cáncer de pene

El cáncer de pene es una enfermedad muy poco frecuente y a principios del siglo pasado apenas se tenían noticias de ella en hombres circuncisos. Sin embargo, existen algunos datos que indican que la circuncisión sólo ofrece protección contra el cáncer de pene cuando se realiza en la infancia, y que la cirugía en la edad adulta puede no ofrecer ninguna protección. Una higiene personal deficiente, el tabaco y la exposición al virus que causa las verrugas genitales (el virus del papiloma humano) aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de pene al menos tanto como el hecho de no estar circuncidado. Por tanto, no se puede recomendar la circuncisión rutinaria para prevenir el cáncer de pene.

Enfermedades de transmisión sexual

Las enfermedades de transmisión sexual que producen úlceras en los genitales (sífilis, chancro, herpes simple) son más frecuentes en los hombres no circuncisos. Sin embargo, la uretritis o inflamación del conducto que lleva la orina a través del pene (producida por la gonorrea y la uretritis no gonocócica), es más frecuente en hombres circuncisos, al igual que las verrugas del pene. La infección por hongos (causada por cándidas o muguet) se da con la misma frecuencia en los hombres circuncisos que en los no circuncisos, aunque es menos probable que éstos últimos presenten síntomas de esta infección, con lo que tienen más posibilidades de contagiársela sin saberlo a sus parejas sexuales. Existen métodos mucho más eficaces y fiables que la circuncisión para reducir el riesgo de contraer enfermedades venéreas, como el uso de preservativos y la adopción de prácticas sexuales más seguras.

Infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)

Hay opiniones contrarias sobre si la circuncisión puede o no prevenir la infección por VIH. Un reciente análisis publicado en el British Journal of Urology concluía que no existe un vínculo entre un prepucio intacto y la infección por VIH, mientras que otro artículo aparecido en el British Medical Journal muestra una opinión totalmente contraria. La circuncisión puede ser adecuada como medida de prevención rutinaria sólo en las zonas con un elevado índice de infección por VIH, como es el caso de África subsahariana. Las pruebas existentes no bastan para recomendar la circuncisión como medida preventiva del VIH en Europa Occidental.

Cáncer del cuello de útero

Un estudio de 1947 informaba de que las mujeres judías apenas padecían cáncer del cuello uterino y el autor atribuía este descubrimiento al hecho de que sus parejas sexuales estuviesen circuncidadas. Otros estudios realizados durante los últimos 50 años han llegado a conclusiones contrapuestas, con expertos que atacan o defienden vehementemente la circuncisión. Las pruebas no son suficientes para recomendarla como medida preventiva contra el cáncer de cuello uterino.

Infección del tracto urinario (ITU)

Desde 1987 varios estudios han sugerido que los bebés no circuncisos son hasta 10 veces más propensos a contraer una ITU. Uno de cada cien bebés no circuncisos desarrollará una ITU, en comparación con 1 de cada 1.000 bebés circuncidados. Una ITU no complicada, en la actualidad, no supone normalmente un gran riesgo para la salud, por lo que no parece razonable realizar una operación quirúrgica a cien bebés para reducir el riesgo de que uno de ellos desarrolle una ITU.

Circuncisión para prevenir futuras enfermedades

La prevención de enfermedades es la segunda causa más frecuente para realizar la circuncisión tras los motivos religiosos, aunque existen pocos datos sobre si tiene algún efecto beneficioso sobre la salud futura. Es más probable que la práctica tenga su origen en ciertas tradiciones culturales.

Judaísmo

En el libro del Génesis (17: 10-14), la circuncisión representa la alianza realizada por Dios con Abraham y sus descendientes. La circuncisión religiosa tradicional es realizada por un mohel (pronunciado mo-hel en hebreo o moil en yiddish). Normalmente se realiza a los ocho días de nacer, a menos que exista riesgo para la salud del niño, en cuyo caso debe retrasarse hasta que pase el peligro.

Islam

La ley divina o sharia define todos los aspectos de la vida de los musulmanes. Se basa en el santo Corán, el hadith (los dichos del profeta Mahoma) y el sunnah (la tradición del profeta). Todos los musulmanes aceptan estas tres fuentes de la ley islámica, pero los distintos grupos interpretan su aplicación de diferentes maneras. La circuncisión no se menciona en el Corán, pero tiene la categoría de sunnah. Sólo la escuela jurídica shafiita considera obligatoria (wajib) la circuncisión, mientras que la hanafita, jafarita, malikita, hanbalita y zaidita la consideran sólo recomendable, porque es sunnah. Incluso los que consideran la circuncisión como algo obligatorio para ellos, no la consideran un requisito esencial para que otros se conviertan al islamismo. Sin embargo, el procedimiento se realiza muy a menudo y se considera como un importante símbolo externo de la sumisión a la voluntad de Dios.

La circuncisión como acto de devoción religiosa

La circuncisión de los niños constituye una característica esencial del judaísmo y del islam. También es importante en muchas culturas africanas y del Nuevo Mundo. Un número cada vez mayor de judíos y musulmanes devotos rechazan la circuncisión por razones éticas, aunque hoy son ciertamente una minoría .Las diferentes posturas con respecto a la circuncisión pueden provocar graves enfrentamientos en las familias y entre comunidades.

¿Debería evitarse la circuncisión?

El prepucio no un simple trozo de piel sin ninguna utilidad del que podamos deshacernos sin pensarlo detenidamente. Forma la cubierta de la cabeza del pene (el glande) en los hombres y del clítoris en las mujeres. Es muy rico en nervios encargados del tacto, y el movimiento del prepucio hacia delante y hacia atrás sobre el glande proporciona algunas de las sensaciones de placer que se experimentan durante el coito.

Los hombres adultos que fueron circuncidados siendo bebés no suelen referir problemas sexuales relacionados con la circuncisión, quizás porque nunca han experimentado lo que se siente durante el coito teniendo prepucio. Sin embargo, los hombres circuncidados siendo adultos sexualmente activos pueden referir una reducción o alteración de la sensibilidad en el pene.

Complicaciones de la circuncisión

Por fortuna, las complicaciones de la circuncisión son relativamente poco frecuentes. Entre ellas se incluyen:

  • Disminución de la sensibilidad en el peneaa
  • Hemorragiasaa
  • Infección (poco frecuente)aa
  • Lesiones en la uretraaa
  • Amputación del glande (muy raro).aa

Conclusiones

La circuncisión sigue siendo un procedimiento polémico, como lo ha sido durante miles de años.

La circuncisión masculina es de vital importancia para algunos grupos religiosos y culturales. La utilización de la anestesia general en la circuncisión de los bebés va en aumento.

Existen muy pocas razones médicas absolutas para la circuncisión y no hay ninguna que justifique la circuncisión rutinaria de bebés fuera de zonas geográficas con una elevada incidencia de infección por VIH.

Dr. John Dean, especialista en Salud Sexual