Entrevista y fotografías exclusivas de Paul Burrell

Por hola.com

"Para el cuarenta cumpleaños de María, Diana firmó un disco de Tina Turner, Simply The Best (Simplemente, la mejor), que ella eligió porque dijo que es lo que María era. ¿No es extraño que nadie se preguntara por qué yo querría alguna vez robar CDs firmados de Diana cuando nosotros ya teníamos este disco nuestro?". El ex mayordomo cuenta luego cómo se sintió durante la celebración del juicio: "¿Qué derecho tenía nadie a pisotear mi mundo, sabiendo, como yo presuponía muy bien, que yo era un guardián de secretos y que tenía en la casa objetos que me dio en depósito la princesa de Gales, además de muchos regalos? Esa gente no tenía ni idea del entorno en el que nosotros vivíamos, ni tenía comprensión de nuestra unión con la princesa o de la amabilidad de ella con nosotros, y lo que es más, de hecho, a ellos no les importó. Por otra parte, yo estaba decidido a ir a la cárcel antes de revelar detalles de conversaciones privadas con la princesa u otros miembros de la Familia Real".

Burrell todavía no ha recuperado los cientos de objetos incautados antes de la acusación (incluidos trajes que, en realidad, pertenecían a su esposa, entre ellos, su traje en seda para irse de luna de miel). "Confío —dice Paul— en que no tengamos que recurrir legalmente para recuperar nuestras cosas, porque no deseo volver a ver el interior de una sala de juicios nunca. Cuando los devuelvan, lo que deberá hacerse con las pertenencias de la Princesa no me corresponderá ya a mí decidirlo. Guillermo y Harry eran unos niños cuando la princesa murió, pero ahora son hombre jóvenes y la decisión será suya". Paul aseguraba estar "aliviado más de lo que puede decirse con palabras, porque el juicio ahora está totalmente acabado, pero nosotros no podemos desconectar inmediatamente de los efectos de la investigación, del juicio y de dos años de tormento. Durante ese tiempo, María ha sido mi roca", dice emulando la célebre definición que Diana usó para él.

"Paul se derrumbó muy rápidamente —explica María—. Su estado nervioso era tal, que la piel en las plantas de sus pies literalmente se llenó de ampollas y se despellejó. Paul estuvo hospitalizado con una infección sanguínea. Después, el año pasado, yo empecé a tomar antidepresivos. Y sigo tomándolos".