Marcado por la pandemia, ha habido grandes cambios en la celebración del Día del Príncipe, el más importante es el de escenario ya que, habitualmente, para este acto se utilizaba el Binnenhof de La Haya, un complejo de edificios que alberga la sede de los Estados Generales de los Países Bajos, el Ministerio de Asuntos Generales y la oficina del primer ministro. Pero ya en 2020 se decidió cambiarlo por la Grote Kerk para que los invitados puedan sentarse sin problemas de distancia. Además de la totalidad de los parlamentarios, la lectura del discurso la presencian el Gabinete de ministros al completo, los Secretarios de Estado, representantes del Cuerpo Diplomático, así como diversas altas autoridades como los Consejeros de Estado, el Defensor del Pueblo, los miembros del Consejo de la Nobleza holandesa y representantes de la sociedad holandesa. También se ha suprimido el tradicional saludo de la Familia Real desde el balcón del Palacio de Noordeinde, evitando así que se congregen multitudes