El verano da sus últimos coletazos y las agendas reales comienzan a activarse. El regreso de Guillermo de Holanda por sorpresa a Países Bajos para participar en un evento náutico parecía anticipar que los Orange ya estaban de vuelta, pero nada más lejos de la realidad. Mientras el Rey disfrutaba del Sail Amsterdam con la princesa Mabel y su sobrina, la gran incógnita era dónde se encontraba la reina Máxima y sus hijas. Pues bien, misterio resuelto.
© Getty ImagesUnas fotografías junto la princesa Arianne demuestran que sus vacaciones aún no han terminado. En las imágenes vemos a Máxima de Holanda con su hija menor a bordo de un yate surcando las aguas de la isla griega de Spetses, no muy lejos de Kranidi, donde la familia tiene una magnífica villa que adquirieron hace 13 años. No estaban solas mientras recorrían el Egeo, sino que las acompañaba su perrito Mambo, un miembro más de la familia habitual de ciertos posados como el que hacen a principio del verano en el Palacio Huis Ten Bosch.
© Getty ImagesNo es la primera imagen que ha trascendido de Máxima y sus hijas durante las vacaciones. El pasado 15 de agosto, coincidiendo con la festividad de la Asunción, la Reina y sus dos hijas pequeñas protagonizaron una emotiva peregrinación a la iglesia de Agios Nikolaos, en la misma isla de Spetses. La más meridional del golfo Sarónico, es una de las islas favoritas de la familia real griega. Tanto es así que el príncipe Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik celebraron allí su boda. Fue durante ese enlace cuando Guillermo y Máxima de Países Bajos se enamoraron de sus encantos.
© grigoriosnanakoudisFue en 2012 cuando decidieron vender su residencia estival en Mozambique y comprar una lujosa villa en la localidad de Kranidi, en la península del Peloponeso. Se trata de una propiedad con 4.000 metros cuadrados de terreno que tendría un valor de 5 millones de euros y está dotada de puerto privado y tres viviendas independientes. Desde entonces, la polémica siempre les ha acompañado, ya que el hecho de que su residencia de verano esté tan lejos de su país genera cada año un intenso debate nacional.
Su periodo de descanso siempre ha sido objeto de controversia, pero nunca tanto como en 2020, cuando acabaron pidiendo perdón a los ciudadanos. El contexto lo es todo y nos encontrábamos en plena pandemia de covid. En octubre de ese año, los reyes Guillermo y Máximo estuvieron con sus hijas en su villa helena saltándose el confinamiento parcial y las recomendaciones de no viajar al extranjero hechas por el Gobierno holandés. Días más tarde se vieron obligados a regresar y a mandar un vídeo en el que pedían disculpas y calificaban su desplazamiento de “muy imprudente”.
