Fue una profesional hasta el último momento. La reina Máxima insistió en no cambiar una coma del programa de su visita oficial a China, tratando de no saltarse un acto (una cena de la gala concretamente) en consideración al país anfitrión y en contra de las recomendaciones médicas más prudentes, hasta que tuvo que rendirse a las evidencias: a la fiebre, a los fuertes dolores de espalda y a la ineficacia del tratamiento pautado. Sólo entonces interrumpió el viaje para ser tratada en Holanda de una nefritis, mientras el rey Guillermo continuaba sus compromisos oficiales en China, tal y como estaba previsto, hasta hoy.
La reina Máxima regresó a casa en la madrugada del miércoles. Sola, pero arropada por el apoyo de su marido en la distancia y por los innumerables deseos de recuperación de su legión de admiradores en todas partes del mundo, entraba por su propio pie, vistiendo un sombrero y cabizbaja, a las ocho menos diez de la mañana de ayer, en el Hospital Bronovo de La Haya, considerado como el centro hospitalario de referencia de la Familia Real holandesa. Allí nacieron, por ejemplo, las tres hijas de los Reyes. Además el Bronovo se encuentra muy cerca del Palacio Ten Bosch de La Haya y no lejos de la residencia actual de los soberanos, De Eikenhorst en Wassenaar. No hay nuevas noticias de la reina Máxima sobre su estado de salud, pero pronto tendrá al Rey a su lado, que ya ha puesto rumbo a los Países Bajos.
Los soberanos habían iniciado el domingo 25 de octubre de forma oficial su visita de Estado y, si bien la primera jornada discurrió con total normalidad, al día siguiente la reina Máxima no pudo estar presente en las actividades de la mañana debido a su dolencia, aunque por la noche se incorporó al banquete de gala en el Palacio Presidencial. El regreso de urgencia de la Reina se decidió de acuerdo a la opinión de los médicos que la habían diagnosticado el pasado lunes en China.
La medicación que le había sido prescrita para la fiebre y el dolor no había surtido el efecto deseado por lo quelos doctores aconsejaron su vuelta a Holanda para reponerse allí de su nefritis. Un término poco específico que engloba cientos de enfermedades inflamatorias de los riñones: "Su pronóstico y tratamiento concretos dependen de su causa y/o de los mecanismos implicados en la generación de los daños histológicos producidos. Por otra parte, podrían haber utilizado este término para definir una infección urinaria bacteriana con participación del riñón, aunque en estos casos se denomina pielonefritis", nos informa el médico internista Fernando Martín.
Primeras declaraciones del rey Guillermo sobre la reina Máxima Ante las innumerables muestras de preocupación por el estado de salud de su esposa, en un breve aparte con la prensa holandesa durante una de las actividades de su viaje a China, el rey Guillermo Alejandro quiso referirse a ella: "Tristemente mi mujer se puso muy enferma y ha sido necesario que regresara a Holanda. Esta mañana ha llegado y he podido hablar ya con ella. Se encuentra bien y no ha habido problemas durante el viaje".
El soberano relató cómo la reina Máxima intentó hasta el último momento seguir con la visita al país asiático: "Estoy enormemente orgulloso de la Reina. Cuando le subió la fiebre simplemente dijo: '¡Será un resfriado!' e insistió en no modificar el programa del viaje". El Rey, que a través de la cuenta de Twitter de la Casa Real había agradecido el cariño recibido -"Muchas gracias por los deseos de recuperación, se los transmitiré a mi esposa"-, quiso insistir en este punto y volvió a dar las gracias por tantos mensajes de ánimo en las últimas horas: "Tanto desde China como desde los Países Bajos he recibido innumerables mensajes de aliento para la Reina. Estoy agradecido y conmovido por la solidaridad y sólo espero que mi esposa pueda volver rápidamente a casa".
)
)
)
)
)
)
)
)
)
)
