Guillermo de Holanda: 'Estoy muy contento de tener cerca a mi madre, trabajamos mucho juntos'

El soberano ha concedido una entrevista al semanario danés 'Billed Bladet' en el que se ha sincerado sobre diferentes temas

Por hola.com

Como preámbulo al viaje de estado a Dinamarca de la semana que viene, el rey Guillermo Alejandro ha realizado una entrevista con el semanario danés Billed Bladet, en la que revela detalles sobre el catolicismo de su mujer, la reina Máxima, la educación de sus hijas o sobre los estrechos lazos que unen a la Casa Real holandesa con la danesa. Se trata de algo extraordinario, ya que no es habitual que un soberano conceda este tipo de declaraciones a un medio para hablar de temas que conciernen a su círculo más personal.

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Durante la entrevista, el Rey de Holanda no tiene reparos a la hora de hablar de su vida familiar. Así, revela que la educación de su primogénita, Amalia, Princesa de Orange, en nada difiere de las de sus dos hermanas: "Para nosotros es esencial que nuestras hijas lleven una vida todo lo normal posible".

Se trata de una parte muy interesante, ya que incide en su convencimiento de que es algo primordial para que desarrollen y fortalezcan su propia personalidad. "Es importante conocerte a ti mismo antes de desempeñar una función pública. Si no has tenido la oportunidad de desarrollarte como ser humano, de cometer errores, después serás incapaz de ejercer tu responsabilidad de forma óptima", explica el Rey, que añade que la Reina y el mismo hablan mucho con sus hijas sobre el trabajo que supone ser Soberanos de su país, de manera que las princesas sepan lo que se espera de ellas en un futuro.

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Preguntado sobre las diferencias religiosas entre los Países Bajos y Dinamarca, país este último en el que la Reina es jefa de la iglesia luterana, el Soberano afirma que "en nuestra constitución no se dice nada sobre la fe del Jefe del Estado. Es cierto que los Orange somos originariamente protestantes, pero en la actualidad la religión en mi país es una cuestión estrictamente privada que nada tiene que ver con el estado". Por ello, el hecho de que la reina Máxima no se convirtiera al protestantismo al contraer matrimonio no fue un obstáculo. "Cuando mi esposa decidió seguir siendo católica no fue ningún problema. Además convertirte a otra religión por obligación no sería honesto", concluye el Rey.

Guillermo Alejandro celebra además poder contar su madre, la princesa Beatriz, cuando necesita consejo. "Estoy muy contento de tenerla cerca. Trabajamos mucho juntos", afirma el Rey, que es consciente de que el príncipe Federico muy posiblemente nunca tenga la oportunidad de tener a su madre al lado cuando sea Rey, una vez no se espera que la reina Margarita abdique antes de su fallecimiento.

El soberano holandés tiene grandes expectativas para la visita oficial de la semana que viene -los Reyes holandeses estarán en Dinamarca desde el 17 al 19 de marzo-, especialmente por el hecho de ser el ahijado de la reina Margarita. "No solo es mi madrina, sino además una Jefa de Estado que lleva muchos años reinando y de la que yo, un rey principiante, tengo sin duda mucho que aprender", declara el Rey, que también espera impaciente reunirse con el príncipe Federico, con el que tiene una buena relación de amistad. "Tenemos el número de móvil el uno del otro. Así es fácil contactar y hablar", concluye el Rey holandés.

Una princesa de premio
Coincidiendo con su próxima visita a Dinamarca, la princesa Mabel, viuda del príncipe Friso de los Países Bajos y cuñada del rey Guillermo Alejandro, recibió en Londres, ciudad en la que reside, el premio 'Champion for Change Award' de manos de la princesa Mary de Dinamarca. El galardón distingue cada año a 'líderes y visionarios' que luchan por la igualdad de género en el mundo. La princesa Mabel fue reconocida por su labor en pos de la erradicación de la violencia contra los niños, a través de la organización Girls not Brides.

La Heredera danesa es la madrina de esta gala, celebrada en el Banqueting House de la capital británica, organizada anualmente por el Centro Internacional de Investigación sobre la Mujer. Además de la Princesa holandesa, también fueron premiados William Hague, antiguo ministro de asuntos exteriores británico, y Monique Villa, directora de la Fundación Thomson Reuters.