La princesa Amalia de Holanda se ha convertido en una excelente animadora de la mano de su padre, el príncipe Guillermo. Los herederos al trono de Holanda fueron espectadores en el campeonato de patinaje europeo de velocidad que se celebró en el estadio Thialf, en Heerenveen, al norte del país, y claro, animaron a sus compatriotas, Sven Kramer y Wouter Olde Heuvel.
Amalia, de cinco años, es la mayor de las hijas de Máxima y Guillermo y para ella fue el privilegio de acompañar a sus padres. Los tres se pusieron bufandas de forro polar de color naranja, el color nacional de los Países Bajos, y corearon con gritos a los holandeses. Para Amalia era algo nuevo así que su padre le enseñó a colocarse las manos haciendo bocina en la boca para que sus gritos sonaran más y mejor. Amalia se lo pasó en grande y encima vio como su esfuerzo tuvo recompensa ya que el deportista Kramer se alzó con la victoria en la carrera sobre hielo en las categorías 1.500, 5.000 y 10.000. Los Príncipes tuvieron como compañero de asiento al ex patinador Rintje Ritsma que les fue desvelando los secretos de este desconocido deporte.
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