La princesa Máxima ha satisfecho finalmente a aquellos que, preocupados por su salud, le aconsejaban que bajara el ritmo y dejara de extralimitarse en sus responsabilidades oficiales con demasiados actos y largos viajes que podían poner en riesgo la vida de su tercer hijo. La futura Reina de Holanda ha decidido echar freno a su agenda en la recta final de su embarazo.
Esa fue la causa por la que la Princesa de Orange no asistió el pasado viernes por la noche a la gala Inspiración por la Integración, que se celebraba en el Hotel Okura de Ámsterdam y que debía haber sido inaugurada por ella. A causa de su avanzado estado de gestación, la Heredera anuló todos los actos públicos, programados a partir de la semana pasada, que tengan lugar por la noche, informó el pasado jueves el Servicio de Información del Estado. Sí se mantendrán, en cambio, las actividades que se celebren por la mañana o por la tarde.
El nacimiento del tercer hijo de la [princesa Máxima] y su esposo, el príncipe Guillermo Alejandro, se espera para la segunda mitad de abril. Ante la proximidad del feliz acontecimiento, los holandeses comienzan a estar nerviosos y expectantes por todo lo concerniente al bebé. Tanto es así que los jugadores de una casa de apuestas ya se han puesto manos a la obra y han lanzado sus pronósticos sobre el futuro bebé que llegará a la [Familia Real holandesa]. En la página web de esta oficina de apuestas, un 63% de los participantes cree que la pareja principesca tendrá un niño, mientras que el resto, el 37%, cree que será una niña por tercera vez. Además del sexo, también se puede apostar por la longitud y el peso. El 91% mantiene que el bebé pesará menos de 3,6 kilogramos. El 80% piensa que nacerá en marzo, aunque según los comunicados oficiales, el bebé no nacerá hasta la segunda mitad de abril.
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