EN EL PALACIO DE EL PARDO

Así se prepararon el Presidente israelí y su mujer para la gran cena en el Palacio Real

Reuven Rivlin y su mujer, Nechama Rivlin, han mostrado los momentos previos a la cena de gala ofrecida por los Reyes Felipe y Letizia

Por hola.com

Minutos antes de asistir a la cena de gala en su honor celebrada en el Palacio Real de Madrid, el Presidente de Israel, Reuven Rivlin, y su mujer Nechama, no han dudado en mostrar su puesta a punto para la ocasión en el Palacio de El Pardo, donde se alojan desde que aterrizaran en España el pasado domingo por la tarde. 

El político y su esposa se han preparado con ahínco para tal evento y así se lo han hecho saber a sus seguidores. Con total naturalidad, ha sido precisamente la Primera Dama la encargada de ultimar todos los detalles para que el estilismo de su marido fuera perfecto. Así, tras colocarle la pajarita de su elegante traje, Nechama Rivlin posaba sonriente junto a su esposo en uno de los lujosos salones del Palacio de El Pardo.

"Preparándonos para ir con el Rey Felipe VI y la Reina Letizia a una cena de Estado para celebrar la amistad entre nuestras dos naciones", escribía el político en un mensaje que era replicado minutos después por la Embajada de Israel en España.

La entrañable imagen del matrimonio no ha pasado desapercibido, como tampoco su visita a España y el cariño con el que la reina Letizia ha tratado a Nechama Rivlin, enferma desde hace una década y todo un ejemplo de superación.

Un Caprile icónico y su diadema favorita, la imagen más 'royal' de la Reina Letizia

Cuatro años después de comenzar a dar clases de Biología en la universidad, la Primera Dama israelí se casó con Reuven, quien ya tenía un hijo de un matrimonio anterior. Corría el año 1971. Juntos tuvieron tres hijos. Durante años, Nechama trató de compatibilizar, no sin cierta dificultad, su labor como madre con la de profesora. Cuando sus vástagos crecieron, regresó a la universidad a tiempo completo, también como estudiante, ya que se licenció en Historia del Arte. 

Hace diez años le diagnosticaron fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica que la obliga a llevar consigo una máquina de oxígeno que le ayude a respirar.