Don Juan Carlos decidió enmarcar las celebraciones de su 30º aniversario, dentro de la agenda de la Corona, trabajando como cualquier otro día; rechazó ser el protagonista de una jornada histórica y atribuyó, a cambio, todos los méritos a los españoles. Tan señalada ocasión coincidió con la última parte de su visita oficial a las Islas Canarias. Un viaje, que estuvo salpicado, como no podía ser de otra manera, por infinidad de curiosidades, anécdotas y sopresas.
"Mi gratitud a la Reina"
"Son muchos los recuerdos y sentimientos que, en estos momentos, se agolpan en mi corazón, empezando por mi gratitud a la Reina, por su constante apoyo, sensibilidad y entrega, y sin olvidar el respaldo que siempre he recibido de mis hijos... Recuerdos ligados a la apasionante aventura de construir nuestra democracia, de recuperar plenamente nuestras libertades, de situar a España en el lugar que le corresponde, y de impulsar treinta años de estabilidad, crecimiento y mejora del bienestar económico y social de la gran mayoría de los españoles. Pero es, ante todo, el pueblo español quien en estas fechas merece un homenaje de gratitud, respeto y admiración por su esfuerzo, generosidad, responsabilidad y sacrificio volcados en la decisiva tarea de hacer de España un país moderno, abierto y solidario, unido, a la vez que plural y diverso, patrimonio de todos los españoles por igual".
El Rey quiso volver la vista atrás no para imponerse medallas sino para ser agradecido con la sociedad española y con su familia sin olvidarse de hacer llegar unas emocionadas palabras a las familias de las víctimas del terrorismo, así como a todos aquellos servidores del estado que "perdieron la vida en el cumplimiento de su deber". Asimismo, el monarca, antes de regresar a La Mareta -residencia de Patrimonio Nacional-, la casa donde viviría el último Fin de Año junto a su madre, la Condesa de Barcelona, hace cinco años, dedicaría al Príncipe de Asturias el mejor de los elogios. Visiblemente emocionado, y refiriéndose a la entrega que ha supuesto para él el ejercicio de la Monarquía Parlamentaria, no dejó pasar la oportunidad para hablar de los "sentimientos... y del mismo espíritu de servicio, que son los que animan también al Príncipe de Asturias que representa la mejor garantía de continuidad del compromiso de servicio de la Corona a España".