La relación entre la Casa Real de Dinamarca y los medios de comunicación ha entrado en una fase de tensión que ocupa los titulares de la prensa del país. Desde la proclamación del rey Federico X, el 14 de enero de 2024 después de la inesperada abdicación de su madre, la reina Margarita, la monarquía danesa ha ido moldeando su estrategia de comunicación de forma progresiva para conseguir una exposición más controlada. Si bien a los cuatro meses de comenzar su reinado, en mayo de 2024, concedieron una entrevista al canal de televisión danés TV2, desde entonces la comunicación directa está siendo sustituida por una difusión exclusiva de contenido a través de sus propios canales oficiales, especialmente su cuenta Instagram. Este cambio ha generado un fuerte rechazo por parte de la prensa danesa, que acusa a la Corona de limitar el acceso a la información y de evitar el escrutinio público, eso sin olvidar que el asunto de sus gastos abrió una polémica hace solo dos meses.
Este conflicto plantea una pregunta clave: ¿puede una monarquía moderna prescindir de los medios tradicionales y depender exclusivamente de sus propios canales de comunicación?
La Casa Real anunció recientemente que los nuevos tiempos requieren nuevas formas de comunicación, lo que implica que serán ellos quienes gestionen directamente la narrativa sobre la familia real. En lugar de conceder entrevistas o permitir el acceso de los medios a ciertos eventos, la monarquía ha decidido compartir imágenes y mensajes cuidadosamente seleccionados en sus redes sociales. Este enfoque ha sido interpretado por algunos periodistas como un intento de blindar la imagen de los monarcas y evitar preguntas incómodas.
Hasta hace poco, era común que los periodistas pudieran acercarse con sus micrófonos a la familia real danesa, lo que permitió que ciertos conflictos dentro de la institución trascendieran públicamente. Así ocurrió con el príncipe Henri, fallecido esposo de la reina Margarita, quien llegó a expresar a la prensa francesa su desacuerdo con el rol que se le asignaba en la Casa Real. También el príncipe Joaquín habló directamente con los medios cuando se anunció la retirada de los títulos reales de sus hijos. En medio de esta controversia, la reina Mary, entonces princesa, tuvo que pronunciarse al respecto tras ser abordada por un periodista durante un acto oficial, ya que estos títulos están vinculados a la jefatura del Estado y tienen carácter oficial. A lo largo de la historia, han existido múltiples momentos en los que la realeza danesa se ha visto obligados a responder públicamente, algo que parece haber quedado atrás con el cambio en su estrategia de comunicación.
El detonante fue el vídeo sobre la última decisión de Christian de Dinamarca
La polémica se intensificó cuando la Casa Real publicó imágenes y un vídeo sobre la decisión del príncipe heredero Christian de continuar su carrera en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, esta estrategia de comunicación generó críticas, especialmente por parte del experto Thomas Larsen, quien expresó en un artículo de DR su preocupación por la falta de apertura y diálogo con los medios, señalando que la Casa Real controla completamente el mensaje y evita la discusión pública. Los medios daneses respondieron con críticas contundentes, calificando esta estrategia de control excesivo sobre la información y de blindaje por parte de los reyes.
Dada la polémica, la jefa de comunicación de la Casa Real, Nina Munch-Perrin, que en un programa de TV 2 explicó que esta es la nueva realidad a la que los daneses, y sobre todo los medios de comunicación, deben acostumbrarse después de que la reina Margarita abdicara el año pasado. "Nuevos reyes, nuevos tiempos, nuevas realidades mediáticas que todos tenemos que navegar. Tenemos una nueva pareja real que quizá quiera hacer las cosas de manera diferente. Pienso que esa podría ser una posición difícil para algunos de los medios establecidos porque las cosas van a tomar una dirección ligeramente diferente. Es importante para mí decir que es una combinación de ambas, y no una u otra, afirma el responsable de comunicaciones", añadió la portavoz oficial,
Este conflicto plantea una pregunta clave: ¿puede una monarquía moderna prescindir de los medios tradicionales y depender exclusivamente de sus propios canales de comunicación? Mientras algunos ven este cambio como una evolución natural en la era digital, otros advierten que podría debilitar la conexión entre la monarquía y los ciudadanos al limitar el acceso a información independiente. Lo que es evidente es que está estrategia de Federico y Mary de Dinamarca ha marcado un antes y un después en su relación con la prensa. Algo que ha ocurrido solo dos meses después de la polémica que generó la publicación de los gastos de la Casa Real, que fueron calificados de "descontrolados".