La Familia Real danesa recibe el Año Nuevo con un duelo de elegancia entre princesas

Como cada año, la familia al completo recibió a políticos, diplomáticos y militares en la tradicional gala celebrada en el Palacio de Amalienborg

Por hola.com

Un año más, la Familia Real de Dinamarca se ha reunido para dar la bienvenida al Año Nuevo en su tradicional gala anual. Como cada 1 de enero el Palacio de Amalienborg, en Copenhague, acogió esta cita de miembros del gobierno, nobleza, militares y diplomáticos con la realeza danesa. Ellos, con los tradicionales trajes militares, y ellas, con los más sofisticados vestidos, vistieron sus mejores galas para recibir este 2015 por todo lo alto.

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La reina Margarita y el príncipe Henrik, sus dos hijos y sus respectivas esposas disfrutaron de una agradable velada en la que no faltó la música ni la buena comida. Los asistentes degustaron un menú que incluía crema de pescado, filete de res al horno, pastel de patata con salsa bordalesa, pastel de champiñones y Paris Brest (un dulce con masa similar a la de los profiteroles y forma de rosca), todo regado con el mejor champán. Un impresionante banquete en el que todo estaba cuidado al milímetro.

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Tanto Mary como Marie de Dinamarca apostaron por los tonos claros en sus 'looks', aunque cada una aportó su toque personal. La princesa Mary empezó el año de blanco impoluto, con un vestido de corte sencillo con doble capa en la falda, fajín plateado y zapatos a juego. Mary de Dinamarca, que adornó su estilismo con una bonita tiara y una capa de terciopelo azul para protegerse del frío, llegó junto al príncipe heredero Federico, quien no podía apartar los ojos de su esposa, deslumbrado por su elegancia.

Por su parte, Marie de Dinamarca, que llegó de la mano de su esposo, el príncipe Joaquín, brilló con un vestido rosa palo con vaporosa falda de cola, un estilismo de auténtica princesa de cuento que remató con complementos dorados.

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Como marca la tradición, la reina Margarita y su esposo, el príncipe Henrik, ejercieron de perfectos anfitriones de la velada, llegando juntos y sonrientes en un majestuoso coche. Con un elegantísimo vestido con volumen en la falda, bordados y transparencias en las mangas, Margarita de Dinamarca volvió a apostar por el verde, uno de sus colores favoritos y el que suele utilizar para comenzar el año. En esta ocasión escogió estilismo con matices turquesa en el que todo estaba perfectamente conjuntado: los zapatos, el bolso, la joyería e incluso el color del traje del chófer. 

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En la lista de invitados figuraban representantes del Gobierno, destacando la presencia de la primera ministra Helle Thorning-Schmidt, que una vez más llamó la atención de las cámaras con su estudiado estilismo.