Las princesas Mary y Marie de Dinamarca, brillaron con luz propia en la cena de gala de Año Nuevo

La reina Margarita y el príncipe Henrik fueron los anfitriones de la velada

Por hola.com

Una vez más, siguiendo con la tradición, la Familia Real danesa ha recibido el Año Nuevo con una deslumbrante cena de gala en el palacio de Amalienborg, en Copenhague. Miembros de la nobleza, políticos, militares, diplomáticos y miembros del Gobierno respondieron a la invitación de la reina Margarita y el príncipe Henrik, anfitriones de la velada. Pero este año ha sido diferente a los demás, ya que ha contado por primera vez con la presencia de la princesa Marie, acompañando a su marido, el príncipe Joaquín.

Las mujeres de la Familia Real danesa fueron el centro de atención de la gala por las espectaculares joyas y vestidos que lucieron, aunque si hubo una protagonista, esa fue sin duda la princesa Marie, que se convertirá en madre por primera vez la próxima primavera. La futura mamá eligió para la ocasión un vestido en color azul marino, con una estola de piel en tonos marrones y una tiara de diamantes a juego con los pendientes. La princesa Mary, haciendo gala de la elegancia que la caracteriza, lució un vestido color perla, con una estola de piel en tonos blancos y grises y una tiara de diamantes y rubíes con un precioso collar a juego. La reina Margarita se decantó por un vestido color dorado con estampado rosa, tiara de diamantes y pendientes y collar de perlas y diamantes. Los hombres, como cada año, se vistieron con los uniformes de gala del ejército.

Y si la cara es el reflejo del alma, los dos hijos de la Reina, Federico y Joaquín, dieron muestra de lo enamorados y felices que están al lado de sus mujeres. Joaquín dentro de poco volverá a convertirse en padre. Tiene dos hijos: el príncipe Nicolás, de 9 años, y al príncipe Félix, de 6, de su anterior matrimonio con la condesa Alejandra, de la que se divorció en 2005. Mientras que Federico tiene otros dos: los príncipes Christian, de 3 años, e Isabella, de 1, y según confesaba la princesa Mary hace unos días, haber conocido a Federico y haber tenido dos hijos son "dos pequeños milagros".