Los príncipes Christian e Isabella 'conquistan' a sus conciudadanos

Por hola.com

El verano despunta y con él asoman los rostros más esperados de la temporada estival: los niños reales. Los pequeños de palacio salen estos días al jardín para hacerse fotos oficiales, como los nietos de los Reyes belgas, o salen de crucero acompañando a sus padres, como los hijos de los príncipes Federico y Mary, haciendo siempre las delicias de todos y llegando incluso a eclipsar a sus mayores. Ha sido el caso de los príncipes Christian e Isabella, quienes han conquistado a sus conciudadanos en sólo unos breves instantes entre puerto y puerto.

Cientos de personas se congregan en cada escala donde los Herederos atracan con ocasión de su crucero de tres días alrededor de Dinamarca. La primera jornada a bordo del yate real Dannebrog transcurrió en las villas de Haderslev y Vojens, al sureste de Jutlandia, y la segunda en las localidades de Svendborg y Rudkøbing, al sur de la isla de Fionia. Pero los ciudadanos no han faltado a ninguna de las dos citas, ni en el puerto de Haderslev ni en el de Svendborg. Acudieron en ambas ocasiones a recibir a los Príncipes daneses, que les correspondieron saludándoles desde el yate real acompañados por sus pequeños. Las constantes aclamaciones populares a los niños, arrancaron al príncipe Christian perfectas exhibiciones del protocolario saludo real y animaron a la [princesa Mary] a alzar a su pequeña para que fuera vista por todos.

Regalos para la familia y recepción en el Dannebrog de cierre
A continuación, los futuros Reyes recuperaron el protagonismo durante maratonianas jornadas de compromisos oficiales. En la primera de las dos, la comitiva se desplazó al ayuntamiento de la localidad, donde se celebró una recepción. Allí, los Príncipes daneses recibieron varios regalos: un cuchillo con mango de madera y marfil, con su monograma real dibujado, hecho por un artesano local, para el príncipe Federico; y un par de pendientes decorados con 4 diamantes que representan a cada uno de los miembros de su familia, en 4 colores distintos, fabricados por un orfebre local, para la princesa Mary. También hubo un regalo para los príncipes Christian e Isabella, a pesar de que permanecieron en el yate y no participaron en los actos públicos: un balancín en forma de elefante.

Tras la recepción, los Herederos recorrieron el barrio viejo de Haderslev en una carroza descubierta hasta el teatro Møllen, donde presenciaron una obra infantil, y a continuación se trasladaron a las instalaciones militares de Skrydstrup, donde almorzaron y asistieron a una exhibición de los cazas M16 del Ejército danés. El día se cerró con una recepción a bordo del Dannebrog, y con una procesión de antorchas de los vecinos de Haderslev para despedir a los Príncipes, que abandonaron el puerto por la noche. La segunda jornada repitió esquema: agenda apretada hasta los dientes y lisonjas para los pequeños de palacio.